Félix Zapata, Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO .- Los aficionados se ausentaron anoche en el retorno de la Liga MX tras su suspensión luego del sismo del martes de la semana pasada.

En el Estadio Chivas, en el Cuauhtémoc y en el Luis “Pirata” de la Fuente se observaron pobres entradas.

En la casa del Rebaño, que recibió al Lobos BUAP, así como en territorio poblano, donde los camoteros fueron anfitriones del Atlas, hubo poca gente en las tribunas.

Fue en casa del Veracruz donde se presentó una mejor asistencia, impulsada en gran medida porque la directiva de los escualos intercambiaron boletos por víveres para los damnificados del temblor del martes 19 de septiembre.

Durante el protocolo de la Liga MX, todos los equipos salieron al campo en una formación intercalada, en todos los partidos se mostró una manta que decía “Hoy más unidos que nunca”, acompañada de la Bandera de México.

Además, se interpretó el Himno Nacional Mexicano y algunos jugadores levantaron el puño durante el minuto de silencio por las víctimas del sismo.

Jorge Vergara, dueño de las Chivas, bajó al campo al medio tiempo para entregarle un reconocimiento a manera de homenaje a los familiares de Edgar Azano González, alumno del Tec Ciudad de México, quien falleció tras el terremoto.

Así fue el regreso del futbol mexicano en un País que comienza a levantarse.