NUEVA YORK (AP) — General Motors, el caído icono del poderío industrial estadounidense, solicitó el lunes protección federal en un tribunal de quiebras en Nueva York, en el mayor proceso de bancarrota industrial en la historia de Estados Unidos, mientras el presidente Barack Obama afirmaba que la medida forma parte de un plan ?viable? para que la empresa se recupere de nuevo. La otrora fabricante automotriz más grande del mundo solicitó protección como parte de un plan del gobierno de Barack Obama para reducirla a un tamaño sostenible y darle al gobierno estadounidense una participación mayoritaria de propiedad. Obama dijo el lunes que el paso de GM por un proceso de bancarrota mejorará su situación, calificándolo de ?un plan viable?. Destacó que el nuevo plan le permitirá a GM lograr un crecimiento por primera vez en tres años. La compañía dijo que tiene 172.810 millones de dólares en deudas y 82.290 millones de dólares en activos. El presidente habló al mediodía sobre el futuro de GM desde Washington. Defendió la intervención del gobierno en la industria automotriz, alegando que el colapso de GM y Chrysler hubiera tenido un efecto devastador para los trabajadores estadounidenses y para la economía. El gobierno tendrá una participación del 60% en la empresa y un papel sin precedentes en su reorganización. Asimismo el gobierno canadiense asumirá un 12,5%, mientras que el Sindicato Automotriz recibirá un 17,5% de acciones y los dueños de bonos no asegurados recibirán el 10%. Los actuales accionistas de GM al parecer sufrirán pérdidas. Obama dijo que su política ayudará tanto a General Motors Corp. como Chrysler LLC a que sobrevivan después de un proceso de reestructuración y de bancarrota. Agregó que su gobierno no tiene otra opción más que intervenir, en una ?posición nada halagüeña?. Poco después habló el director ejecutivo de GM, Fritz Henderson en una conferencia de prensa desde Nueva York. Henderson aseguró que la nueva GM será una compañía adelgazada y más rápida que se enfocará más en sus clientes y sus productos. Henderson aseguró que la empresa se construirá a partir de las partes más fuertes de su negocio, incluyendo sus mejores marcas y productos.La compañía planea enfocarse en cuatro marcas Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC y librarse de otras cuatro: Pontiac, Saturno, Hummer y Saab. Funcionarios del gobierno que pidieron no ser identificados dijeron que se prevé que el proceso bajo el tribunal de bancarrota dure de 60 a 90 días. De ser exitosa, GM será reflotada como una empresa más sostenible con menos trabajadores, un menor número de plantas y de centros de venta.