(Agencia Reforma)

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Su infancia y adolescencia transcurrieron paralelamente a su carrera como actriz y cantante, y así, aunque era un niña, fue acumulando experiencias, mismas que ahora le han ayudado a Belinda a tomar mayor control en las decisiones de su vida.

Una de ellas ha sido encarnar a Valentina, en Camaleones, telenovela que protagoniza y que estrenará el próximo lunes.

“Me involucré en todo con este personaje, en la idea de los tatuajes que tiene, la ropa, los peinados. Todo se me fue ocurriendo entre sueños”, cuenta.

En lo personal es de la misma manera, y, aunque prefiere no citar ejemplos específicos, sí dice que la mayoría de las elecciones han sido acertadas, y a las que no han corrido con la misma suerte prefiere verles el lado positivo.

“Siempre me gusta estar muy involucrada en lo que hago, es muy importante. Me he equivocado y he acertado, pero de eso se trata la vida, no siempre vas a acertar en todo.

“A lo mejor si hubiera acertado en todo, no hubiera aprendido la experiencia. Como cuando te cortas con una espina, si no hubiera pasado, no sabrías que la flor tiene espinas”, explica.

Su cambio es evidente. A primera vista, Belinda, a punto de cumplir 20 años, denota madurez. Su comportamiento es el de una joven que busca expresarse con honestidad.

A pesar de que no ahonda en tópicos personales, como la cirugía plástica a la que se sometió para afilar su rostro, coincide en que hay cambios internos en ella.

Todo lo que he vivido, lo que ha pasado, las personas que he conocido, me han ayudado a ser quien soy en este momento. Seguiré cambiando conforme vaya creciendo. Desde que me levanto hasta que me duermo, aprendo de

la vida.

“A veces soy madura y otras inmadura. Espero que los cambios hayan sido para bien, lo percibo en la manera en la que escribo. Estoy más contenta que nunca”, asegura la cantante, quien durante la entrevista está acompañada todo el tiempo por su madre.

Su regreso a la actuación se da con la telenovela Camaleones, de la mano de la productora Rosy Ocampo, con quien reanudó, además de una relación laboral, una buena amistad, después de haber permanecido distantes por siete años.

“La novela llegó en el momento en el que menos me lo esperaba; estaba en el proceso de grabación de mi disco. De pronto, me llegó esta historia y el reencuentro con Rosy Ocampo, quien fue la primera productora que creyó en mí, quien me trajo a la televisión.

La espera, para mí, valió la pena. Siempre he dicho que hay que saber escoger y hacer los proyectos. Valentina tiene mucho carácter, yo también lo tengo, ella es muy fuerte, agresiva, muchas veces sin darse cuenta, es peleonera

– adelanta.

Adentrarse en la piel de Valentina, quien en la trama es una ladrona, le ha significado constantes enseñanzas y uno que otro moretón, al realizar ella misma, la mayoría de las escenas de acción, como persecuciones y manejar una moto.

Debido a sus compromisos laborales, por meses, no ha podido tener contacto directo con sus seguidores, sin embargo, el internet le ha ayudado en este rubro. “Se me antoja pasar un día completo con ellos, me falta. Tengo Twitter, belindapop, me meto cada vez que puedo, dos veces a la semana, y ahí les platico lo que hago y pongo fotografías”.