Cindy Arriola
La Raza del Noroeste
Risas, helados, calor, gritos, música y caballos. Todas estas son palabras que describen el evento del pasado domingo durante el Premio Esmeralda en Emerald Downs.
El evento abrió con el mariachi, Mi Tierra, y con una charreada. Los caballos hicieron alarde de su talento, bailando para los espectadores. Según Carmen Carrero Esparza, presidenta de Esparza Plus Business Communication, al evento asistieron más de 6,000 adultos. Esparza dijo que la asistencia de esta año sobrepasó la de años previos.
Los niños muy contentos hacían fila para poder montar los ponis. Algunos esperaron de una hora a dos para poder tener la experiencia de montar. Con risas y gritos los niños subían a los brincolines y vean la función de títeres. La experiencia alegre culminaba con un bello diseño que ellos escogían, entre arco iris, ponis, delfines o arañas, eran pintadas sobre la cara de los niños.
Las apuestas de caballos estaban a la orden del día. Doroteo Ramirez, recién llegado de México, estaba contento de haber asistido al evento. Y aunque él dijo tener la desventaja de no conocer muy bien a los caballos el ambiente del evento le recordaba a México.
“Llevo cinco apuestas perdidas. Pero como me invitaron vine a distraerme. Como vengo de un rancho me gustan los caballos,” dijo Ramirez.
La suerte a Liliano Lopez le sonrió. Lopez quien trabaja en un hipódromo en California dijo que con ver los caballos él puede determinar si va a ganar o no. Aunque apostaba de 30 a 35 dólares no perdía. Dora Solis apostaba poco para no perder mucho mientras Lopez le enseñaba a evaluar los caballos.
“El año pasado que me invitaron no quise venir,” dijo Solis. “Este año decidí venir y me lo estoy pasando bien, y estoy aprendiendo a apostar.”
Esparza dijo que este año se hicieron actividades nuevas como fue la charreada para darle al evento un toque más Mexicano. Esparza agregó que el evento ya se ha vuelto un evento favorito para las familias latinas del noroeste. Sin embargo, durante el evento no hubo solamente gente latina sino también personas anglosajonas y afro-americanas.
La comida especial del día coincidía con el evento. Se sirvieron tortas de carne asada.
Ahora nos toca esperar para ver cuál será la sorpresa del Premio Esmeralda el próximo año.
