Regresa La Diabla a sus orígenes

(Agencia Reforma)

“La Diabla” no se olvida de sus raíces ahora que la suerte parece sonreírle, pues sigue ayudando a la gente que vive en el lugar que la vio crecer e incluso, comparte su pasado con un nuevo galán, Luciano, quien ha llegado a luchar por su amor.

Es por esto que aunque Daniela ya no vive entre cartón y lámina, regresó a una ciudad perdida entre vagones de tren abandonados, aunque todo fue en la historia de Pobre Diabla, para la que se grabaron escenas en la Colonia Nextitla, de la Delegación Azcapotzalco.

En vagones improvisados como casas, la producción de la telenovela de TV Azteca grabó las entradas de la historia, y ahora regresa con un cambio radical en Daniela, quien se reencuentra con su amiga “La Pelusa”, Otilia y otros niños que vivían con ella.

Aunque para los actores se trata de ficción, esa ciudad, ubicada muy cerca de Avenida Camarones, sí es utilizada por gente que, aunque es de escasos recursos, no escatima en buenos tratos para los actores. “Salir a la calle (a una locación) es increíble, sobre todo porque siguen muchos niños la novela; entonces, está muy padre que te demuestren su cariño, estás en contacto con ellos, se dan cuenta de cómo es una grabación, cómo eres tú y eso es lo padre de esto. “Al final de cuentas, nosotros nos debemos a ellos, gracias a Dios estamos donde estamos. Estoy agradecida con ellos de que sigan la telenovela y que les guste nuestro trabajo”, aseguró Lazcano.