(Agencia Reforma)
Alejandro Fernández se siente traicionado por su ex compañía disquera Sony Music por el uso de material inédito que está considerado fuera del contrato establecido por ambas partes, y por ello se vio en la necesidad de entablar una demanda legal, de acuerdo con sus representantes legales.
Esto debido a que las canciones que el sello planea lanzar el 15 de septiembre en el disco Diferente, originalmente no habían sido incluidas en ningún material del intérprete porque se consideró que no tenían la calidad necesaria.
“La denuncia refiere a hechos que, a nuestro juicio, pueden ser un delito. Se pretende, a través de esta acción, impedir que los derechos de Alejandro sean lesionados a través de la publicación de un fonograma que contiene interpretaciones inéditas, las cuales él no está de acuerdo en que sean divulgadas”, comentó José Luis Caballero, abogado del Potrillo.
“Y sobre las- cuales manifiesta, y nosotros lo reconocemos, que él posee todos los derechos para en su caso permitir su derecho de explotación. No hay una acción de pretención de naturaleza económica. Es simplemente no darle el derecho a una compañía discográfica a publicar un disco más allá de lo que el propio contrato establecía”.
Previo a la demanda y al cateo que la PGR realizó el jueves en las oficinas de Sony Music, un ejecutivo de la disquera aseguró que no habría ningún problema con El Potrillo, puesto que el material que había grabado les pertenecía y podían utilizarlo sin problema.
“Es un disco que se tenía planeado desde principios de año para el mes patrio. Es un disco 100 por ciento con temas inéditos que quedaron con Sony y son 12 temas totalmente rancheros. Son temas grabados para la compañía y Sony tiene los derechos para sacarlos”, afirmó la fuente.
Pero esto no es correcto, aclaró el abogado, pues mencionó que el contrato establecía que el artista tenía la obligación de entregar el material necesario para la producción de siete álbumes de estudio, y la compañía de publicarlos, pero nada más.
“Todos aquellos tracks que no fueran seleccionados (para un disco), se entendería que no lo eran, porque su contenido no era el adecuado y, en el momento en el que Sony desecha utilizar esos temas en un disco, automáticamente está renunciando a cualquier tipo de derechos sobre éstos.
“Ellos deciden sacar un octavo disco, con temas que según ellos forman parte de su repertorio; esto, evidentemente, está al margen de la ley y no puede tolerarse, ni tampoco suponer que todo material guardado por la compañía pueda ser publicado más allá de lo que el propio contrato establece”.
Aunque Sony Music México no quiso hacer ningún comentario oficial sobre la demanda, una persona relacionada con el caso aseguró que la empresa actuó de forma legal al editar Diferente y De Noche, Clásicos a Mi Manera, lanzado en 2008, ya que la disquera tiene el derecho patrimonial de las canciones incluidas en los discos.
“Los discos fueron grabados mientras él tenía contrato con Sony Music y hay cláusulas específicas en las que se menciona que, además de la cantidad de discos que un artista grabe, también le pertenece al sello lo que haga de manera extra, pues tiene contrato de exclusividad”, especificó una fuente, quien prefirió el anonimato.
“Si la disquera paga toda la grabación de un material, le pertenece el disco y lo que resulte, es decir, el máster. Aun si lo graba de manera independiente, si tiene contrato, el máster sigue siendo de la disquera. Si el artista es independiente, el máster es de él, pero este no es el caso. Habría que definir de quién es el máster de estas grabaciones y de ahí parte lo que resulta en probable conflicto, que no lo es”.
El informante agregó que si a Fernández le corresponden regalías, se le darán, aunque eso depende del contrato que firmó, de cómo fue finiquitado y de cómo quedó en términos legales con el sello.