Juan Carlos García
Agencia Reforma
Aunque el público femenino que sigue su carrera crea que su poder de seducción radica en la forma en que sonríe, baila y trata a las mujeres en sus películas, George Clooney se limita a aclarar que no hay nada más alejado de su realidad que esos “encantos”.
Sonriente, el astro del cine de Hollywood admite que lo suyo, lo suyo, lo suyo, es la cocina, pues su talento como conquistador sale a relucir cuando prepara los alimentos de una cena romántica.
“Reconozco que no soy tan buen bailarín. Ojalá se me diera el tango o la salsa, como a los de Dancing with the Stars. Creo que por eso odio un poco a Hugh Jackman, porque además de que es todo un galán, canta y baila muy bien. Yo, en cambio, ni canto ni bailo como quisiera. Claro, me salen unos pasos, pero jamás como los que se mueven en la pista como si dieran clases.
“Por eso, mejor me inclino por la cocina, hago deliciosas ensaladas, para que no se quejen por las calorías, o una rica pasta o lasaña, por si quieren carbohidratos. Si se trata de conquistar, la cocina es un buen método”, comenta Clooney en entrevista.
Al protagonista de saga La Gran Estafa se le pregunta si cree que es cierta la teoría que plantea que así como una persona baila, es la intimidad.
Clooney esboza una ligera sonrisa y contesta con tono pícaro.
“Yo soy la excepción de la regla en muchas cosas. Para teorías absurdas y para cosas que creen de mí que no son ciertas”.
Tras soltar una carcajada, el ganador del Óscar afirma que su encanto puede radicar en que le gusta mostrarse al natural, sin poses.
No le gusta adoptar actitudes para caerle bien a la gente, agrega, aunque a veces, su sentido del humor, caústico y mordaz, suele causar desagrado.
El galán de 48 años muestra en la charla el tipo de humor que lo caracteriza. Destaca que lee muy bien, y que ese sí es uno de sus atributos.
“Me encanta leer en voz alta: poemas, artículos, hasta las tablas de ingredientes de los cereales. ¡Eso tiene mucho rating!”, vacila.
Clooney, quien estrenará sus nuevas películas, Up in the Air y The Men Who Stare at Goats, en el primer trimestre de 2010 en México, asevera que le desconcierta que lo llamen uno de los solteros más codiciados del mundo del espectáculo.
“Para empezar, soy divorciado, así que podría ser un ‘divorciado muy buscado’, pero no soltero. Si supieran la cantidad mujeres que me han rechazado, la gente se iría de espaldas. Ensalzan mis virtudes, pero nadie pone ojo en mis defectos… ¿Qué cuáles son? No, esos no los digo yo, tampoco”, platica el ex esposo de la actriz Talia Balsam.
Ya entrado en el tema de que en su vida no todo ha sido miel sobre hojuelas, Clooney revela que antes de ser actor, padeció mucho para conseguir un buen empleo, y como director, histrión y productor, ha tenido que soportar todo tipo de críticas y rechazos.
“No puedo creer que haya gente que piense que soy asediado. ¡Dios! No. Me han despedido como de veinte empleos. Lo hacían diplomáticamente o me decían que no servía o que no era el tipo.
“En el cine he hecho muchos, muchos castings, y me han rechazado. Hago solicitudes como director para conseguir financiamiento y suelen mandarme al diablo. No soy un Rey Midas, eso es un hecho”, expresa.
Se le cuestiona cómo va su romance con la modelo italiana Elisabetta Canalis y aunque su sonrisa no desaparece de su rostro, dice amablemente: “Ella es punto y aparte en mi vida”.