El gigante gentil

Aceptémolo, la Liga Mayor de Fútbol de este país nos importaba muy poco el año pasado y nada antes; de hecho la mayoría todavía la mira con curiosidad y deseo de aprender un poco, pero no con pasión “delirante” que se diga.

Para Zac Thorton, el gigantón portero de Chivas USA, ha sido sin embargo la casa de su carrera profesional.

Thorton, 1.89 mt de alto, 36 años de edad, ganó hoy el trofeo de portero del año en la MLS, derrotando al local Kasey Keller y al jamaiquino Donovan Ricketts, del Galaxy.

La vida de Thorton ha estado en la MLS, comenzó su carrera profesional al mismo tiempo que comenzó la liga, en 1996; Alumno de la U de Maryland, entró al Metrostars de New York y fué suplente del famoso Tony Meola, por dos años.

Thorton, el Gigante Gentil, como lo llamó este año una revista de futbol, fué contratado para el primer año del Chicago Fire, equipo de expansión en 1998, y encontró la gloria; levantó la copa con ellos, venciendo al legendario DC United del “Diablo Echeverry”, 2-0 en la final.

Ocho años duró la carrera de Zac en la ciudad del viento, hasta ser transferido a Colorado en el 2007, y entonces todo cambió.

Su carrera entró en declive cuando, a pesar de sus condiciones, no tuvo suerte en equipos europeos, como si sucedió a un grupo grande de guardamentas estadounidenses de su generación, Keller, Tim Howard, Brad Friedel, entre otros, Thornton estuvo 6 meses con el Benfica sin jugar un partido, y por el camino perdió la titular en Fire.

Thorton volvió a ser un arquero suplente, jugó para 4 equipos en 4 años, terminando en Chivas, de suplente de Brad Guzan el año pasado.

Pero la suerte le guardaba un regalito; cuando Guzan pudo finalmente ser firmado por el Aston Villa inglés, y se marchó a Europa, los directivos de Chivas USA dejaron el puesto en competencia entre Thornton y el prometedor Dan Kennedy, que tuvo mejores actuaciones, hasta que se lesionó; Thorton arrancó el año casi forzado en los tres palos del rebaño, y de un momento a otro recobró su magia.

Hoy guarda el trofeo de mejor del año, en un año en que los veteranos arqueros le han dado consistencia a la liga.

Queda la duda si el trofeo no lo merecía el de Seattle, Keller, que recibió menos goles, 26, porque no estuvo en juego y medio, pero sobre todo porque fué claramente el líder moral del equipo recien llegado a la liga.

Mañana nombran el Defensor del año, nuestras plegarias están con el buenazo de Jhon Kennedy Hurtado, con su fuerza y su ética en el campo de juego.