¿La Copa del Desprecio?

Durante el mundial del 74 en Alemania, hace 25 años, Yugoslavia enfrentó a Zaire, los europeos ganaron 9-0.

Muchos se rieron de los débiles africanos; lo recuerdo bien, algunos preguntaban si valía la pena que equipos tan débiles jugaran en el mundial.

Hoy en día todas las ligas de Europa tienen, entre sus figuras, a jugadores africanos, por supuesto, los nombres de Drogba, Adebayor y otros, son primera plana con frecuencia.

El fútbol africano ha ganado ya varios mundiales juveniles, y llegó a cuartos de final en el 2002, con Senegal.

El progreso se ve claramente, y es imposible pensar que se hubiera dado, si no se les hubiera dado a esos “débiles países” el incentivo de ir al mundial.

Cuando la FIFA, hace cuatro años, decidió incluir Clubes de todos los continentes en la que se llamaba Copa Intercontinental, tomó, en mi opinión, la decisión correcta.

Muchos critican el torneo por ser irrelevante, y por su bajo nivel competitivo; quizás tengan razón en ese punto.

Pero es un torneo que genera competencia y exigencia a países que están madurando en el fútbol, que estimula ligas de países remotos, o inmaduros en su fútbol, a mejorar; los frutos los veremos en el futuro.

Mientras tanto, es exótico y es ilustrativo, se aprende de fútbol mundial, de uno que casi nunca podemos ver, y eso es importante.

Además, no es que en los tres años que se ha jugado el torneo, el representante de CONCACAF haya podido pasar del tercer lugar, ni que el de Suramérica lo haya ganado; por el contrario, unos y otros han “sudado la gota”, para vencer a los “débiles” clubes de África y Asia.

Luego, no es tan “poco competitivo” como dicen, por lo menos no para los equipos hispanos; nunca hemos ganado.

Bienvenido el mundial de clubes de la FIFA; veremos cómo se mide el Atlante a un equipo de Nueva Zelanda, y qué tanto mejor es Estudiantes, que el campeón de África o de Asia.