José Díaz Briseño
Agencia Reforma
WASHINGTON, Estados Unidos.- Una histórica tormenta de nieve azotó la región del Medio Atlántico de Estados Unidos convirtiendo el área metropolitana de Washington en una gigantesca congeladora y paralizando la actividad de una amplia zona donde habitan 5 millones de personas.
Con niveles de nieve de hasta 83 centímetros a lo largo del corredor que va del Norte de Virginia hasta la ciudad de Baltimore, en Maryland, la tormenta dejó calles vacías de gente, ramas caídas, cables rotos y hasta 500 mil personas sin electricidad.
“Será la nieve más alta que hayamos visto en la historia de Maryland”, dijo ayer el Gobernador de este estado que, junto a Virginia y el Distrito de Columbia, declaró el estado de emergencia.
Las primeras dos entidades también activaron la Guardia Nacional bajo su control para ayudar a hacer frente al meteoro.
De acuerdo con los cálculos del Servicio Nacional del Clima, la tormenta de ayer está ubicada como la número cuatro en la historia de la capital estadounidense, superada únicamente por otras precipitaciones ocurridas en 1922, 1899 y 1979.
Las fallas de electricidad derivadas del congelamiento del cableado en suburbios de Washington -como el elegante barrio de Potomac- provocó que la gente usara chimeneas y estufas de gas para mantenerse caliente.
Ante la acumulación y cristalización de la nieve en los caminos, el transporte público en toda la región cerró ayer por la noche -incluido el Metro y los autobuses- y centenares de camiones especiales fueron desplazados para reabrir las vías antes de que llegue el lunes.
Combinando la palabra nieve con otra que refiere a la batalla bíblica del fin de los tiempos, el Presidente Barack Obama oficializó el nombre de la tormente como el “snowmageddon”, en una inusual cita invernal del Partido Demócrata.
“Es bueno estar entre amigos comprometidos con el futuro del Partido, el futuro del país, y dispuestos a soportar una tormenta: el snowmageddon de DC”, dijo Obama en el hotel Capitol Hilton, situado a dos cuadras de la Casa Blanca.
La inusual precipitación provocó también el cierre total de los tes aeropuertos del corredor Washington-Baltimore y afectó la operación de todo el espacio aéreo del país, al generar cancelaciones, en menor escala, en Pennsylvania, Nueva York y Nueva Jersey.
Acostumbrados a tormentas de nieve mucho menores que los habitantes de otras ciudades como Boston y Nueva York, algunos capitalinos decidieron salir a las calles para tomar fotos o para divertirse.
Organizados a través de la red social Facebook, miles de jóvenes protagonizaron una batalla de nieve multitudinaria en la céntrica glorieta de Dupont Circle, portando escudos y anteojos, y en la que participó el mismo Alcalde Adrian Fenty.
“Con una nevada así sólo hay dos cosas que hacer: limpiar tu apartamento o salir a una batalla de bolas de nieve”, dijo Mariana Sánchez, empleada del Gobierno federal de 32 años que llegó a Dupont Circle a sólo seis cuadras de la Casa Blanca.
Sin embargo, otros parecían no disfrutar tanto la experiencia.
“Intenté caminar entre la nieve, pero al intentar hacerlo parecía una tortuga nadando en mantequilla de cacahuate. Muy difícil”, apuntó un peatón no identificado al ser entrevistado por la televisora local ABC en la ciudad de College Park, Maryland
Fuera de la muerte reportada el viernes de dos personas en una carretera del Norte de Virginia que ayudaban en un accidente por la nieve, medios locales no reportaron nuevas pérdidas humanas a pesar de la caída de dos techos de iglesias en el Distrito de Columbia.