Jonathan Garavito y Marco Castillo
Agencia Reforma
MÉXICO, DF 1-Feb .- El actor, director y productor Rodolfo de Anda falleció ayer a las 19:00 horas a causa de un paro cardiaco, como consecuencia de una trombosis que sufrió el jueves pasado.
A pesar de que fue sometido a una cirugía, la salud del también escritor empeoró y desde el fin de semana los familiares esperaban un milagro que le salvara la vida.
Una fuente allegada a la familia reveló que sus hijos, reunidos en el Hospital Ángeles Pedregal, pidieron ayer tener un tiempo a solas con su padre para despedirse.
Se estimaba que alrededor de las 21:00 horas trasladaran el cuerpo a la agencia funeraria Gayosso de Félix Cuevas, donde sería velado por algunas horas.
Antes del deceso, además de sus familiares, el actor Rodolfo de Anda recibió la visita de algunos amigos, entre ellos Alexis Ayala, quien, por respeto a la familia, evitó dar declaraciones acerca del estado de salud del productor.
Raúl Araiza hijo, Carmen Armendáriz y Raúl Araiza padre, también llegaron al Hospital Ángeles del Pedregal, este último tenía dos proyectos cinematográficos pendientes con De Anda.
“Hace poco hablamos acerca de un proyecto que tengo para hacer una película sobre Carrillo Puerto en la que quiero que haga un personaje importante. También hablamos sobre una película de La Corregidora, en Querétaro en la que también quiero que participe”, compartió el actor, quien ayer por la tarde visitó a su colega.
‘Dispara’ Rodolfo en cine… y acierta
La dinastía De Anda es una de las más prolíficas del cine mexicano.
El conocido “charro negro” (por el héroe que interpretó), Raúl de Anda, logró que sus cuatro hijos, Raúl de Anda Jr., Antonio, Gilberto y Rodolfo, hicieran lo suyo en el celuloide, siendo el último de estos cuatro el más célebre.
Como auténtica estrella juvenil de los años 60, vaquero perfecto del western de esa misma década y competidor acérrimo de Gastón Santos, Demetrio González y otros con espuelas, fue el joven Rodolfo, quien nació el 6 julio de 1943, el único que se impuso lo mismo montando a caballo que conduciendo un auto deportivo.
Muy chico (a los 2 años) dio sus primeros pasos en el cine, impulsado por su padre, claro está, pero desde su primer estelar en El Hijo del Charro Negro, que hizo en honor al personaje que su progenitor inmortalizó, se afianzó como héroe “a punta de balazos”.
Luego, en 1962, con Cielo Rojo, uno de sus mejores melodramas, y con escasos 19 años, se perfiló -y no por el apellido que de por sí pesaba en la industria del cine- como uno de los rostros con mayor arrastre.
De rasgos finos, silueta delgada y presumible, lo mismo en unos vaqueros que en un traje de baño, el joven se ganó la atención de las productoras de aquel entonces.
Es cierto que como integrante de una familia influyente no era difícil conseguir el estelar, pero sostuvo ese crédito gracias a su carisma y talento que demostró en cada uno de sus protagónicos.
Entre sus trabajos más destacados está El Texano, western que lo distinguió y que explotó en varios filmes: Siete Muertes para el Texano, Manuel Saldívar, Texano, Una Horca para el Texano y Arriba las Manos, Texano. La saga dejaba sustanciosas ganancias.
Desde los 20 años comenzó su ascenso dentro de este género: El Muchacho de Durango, Alias el Alacrán, El Charro Negro contra la Banda de los Cuervos, El Solitario, Duelo en el Desierto y Los Hermanos Barragán.
Estos personajes se extendieron por dos décadas, pues le siguieron Dos Valientes, El Hombre de Negro, Tierra de Violencia, Su Precio, unos Dólares, La Marcha a Zacatecas, La Mula de Cullen Baker, Duelo al Atardecer, Tráiganlos Vivos o Muertos y El Buscabullas, la mayoría de estas escritas y dirigidas por su padre, quien las alternaba con su hijo Raúl.
También como héroe citadino se hizo notar en La Risa en la Ciudad, Los Novios de mis Hijas, Vagabundo en la Lluvia, Cabalgando a la Luna, Al Rojo Vivo y La Muerte en Bikini.
Fue poco lo que hizo para la televisión, aunque en esta se mantuvo activo en los últimos meses gracias a la serie El Pantera, pero supo enaltecer el apellido De Anda, gracias a que como actor, director (Indio, Cuchillo, Tigre y Mil Millas al Sur) y productor, sacó provecho a todas las realizaciones.