Se disuelven por el lenguaje

BRUSELAS (AP) — El rey Alberto II de Bélgica aceptó la renuncia del gobierno el lunes luego que fracasaron las negociaciones para resolver una prolongada disputa entre legisladores de lengua holandesa y francesa en torno a un distrito bilingüe ubicado en Bruselas y sus alrededores.

El rey había esperado hasta la semana pasada para ver si las negociaciones de último momento podrían permitir que el gobierno de coalición del primer ministro Yves Leterme pudiera mantenerse unido.

Sin embargo, para el lunes por la noche quedó claro que las diferencias entre los grupos lingüísticos eran demasiado profundas. Ahora se espera que se convoque a elecciones para principios de junio.

“Lamento que el diálogo necesario para alcanzar un acuerdo negociado no haya arrojado el resultado que todos esperábamos”, dijo Leterme en un comunicado.

El Palacio Real indicó que “el rey ha encargado al gobierno que continúe sus labores de manera provisional”.

Los gobiernos belgas tienen una larga tradición de oscilar al borde del derrumbe lingüístico. Durante medio siglo, han logrado consolidar negociaciones cada vez más complicadas para evitar que el país se desintegre, dándole más autonomía a los grupos de diferentes idiomas.

Sin embargo, la interminable pugna no ha impedido que el país se encuentre entre los más prósperos de Europa.

Pero pocas veces una disputa ha llegado a niveles tan imposibles de resolver como la presente. En plena crisis económica mundial, muchos habían advertido que un enfrentamiento de esta naturaleza podría alejar la confianza económica internacional en el país.

Además, la crisis llega en un momento muy inoportuno, pues Bélgica debe asumir la presidencia rotativa de la Unión Europea el 1 de julio.

Leterme subrayó el éxito que se ha tenido para proteger a la nación de la crisis económica mundial, las reformas al poder judicial y los preparativos para asumir la presidencia de la UE, cuando el primer ministro belga se convertirá durante seis meses en uno de los políticos europeos más visibles.

“Este trabajo necesita continuidad”, dijo Leterme.