Claudia Mendoza
Agencia Reforma
Con un índice de obesidad alto, la actividad física en los niños es fundamental no sólo para garantizar su sano desarrollo, sino para generar el hábito de la vida activa en ellos.
Jorge Eduardo Garza Leal, especialista en medicina del deporte, señala que el término sedentarismo en el entorno de la actividad física se refiere a que el ejercicio no tiene un papel importante en la vida, pues no se tiene una rutina física programada ni constante.
“En el caso de los niños, al igual que en los adultos, la idea es que sea una actividad divertida, que resulte atractiva, ya que si en ocasiones a nosotros nos aburre o nos cansa caminar unos metros, a ellos les ocurre igual”, explica.
Para que el ejercicio tenga resultados positivos, lo recomendado es tener actividad entre tres y cinco días a la semana, añade el experto.
“Pero siempre hay que ver qué es lo que le interesa al niño y no a los papás. Hay pequeños que son muy competitivos y otros prefieren que no los estresen”, indica.
Puedes optar por clases de futbol o beisbol, pero si el niño no quiere competir es mejor dejarlo ser libre, de esa forma le ayudarás a que no abandone el ejercicio.
A falta de cuadra,
los parques
En la actualidad, uno de los problemas que atraviesa la niñez es que las cuadras, el futbol de banqueta y las tardes en bicicleta han quedado atrás para muchos, pues la Ciudad ha crecido y se ha perdido seguridad en esos espacios.
“Tienes que buscar un lugar seguro. Hay sitios que tienen espacios, como parques o en las privadas, y es importante buscarlos y aprovecharlos”, comenta.
“En tu casa tendrías que recurrir al patio o la cochera, poner una portería pintada, un aro para encestar o crear espacios aunque sean pequeños, para que el niño esté activo. Hay que sacarlo de la tele y mantenerlo activo en casa”.
Los brincolines o los juegos de madera son consideradas actividades físicas para los pequeños, los primeros porque los infantes se dedican a brincar y ésta es una manera divertida y sencilla de mantenerlos activos, que no estén sentados o comiendo, añade Garza Leal.
Además de ayudar a que estén sanos, el ejercicio resulta un estimulante de la hormona del crecimiento, al igual que un sueño reparador.
“Se sugiere mucho que salgas en familia, que fomenten la acción, porque el que te vean jugar, correr, andar en bicicleta o caminar son actitudes que se heredan, especialmente si ven que los padres lo disfrutan”.
Garza Leal menciona que las actividades físicas deberán adaptarse a las capacidades de los niños, ya que cada pequeño tiene sus habilidades, tanto en lo físico como en lo intelectual, así que el ejercicio que se elija debe facilitarse para que lo disfrute aún más.