TUCSON, Arizona, EE. UU. (AP) — Un forense que rastrea las muertes de los inmigrantes que entran en el sur de Arizona desde México dijo que la cifra aumentó este mes debido al calor sofocante.
El doctor Bruce Parks dijo que su dependencia recibió los cadáveres de 38 inmigrantes indocumentados desde el 1 de julio. De continuar a este ritmo, podría sobrepasar el récord de 68 muertos en julio del 2005, dijo, y añadió que la tendencia es alarmante.
El médico dijo al Daily Star de Arizona que ha recibido de uno a cuatro cadáveres por día, en su mayoría recién muertos.
Desde el 2001, más de 1.750 hombres, mujeres y niños han muerto en el desierto.
Muchos expertos creen que la mayor seguridad en la frontera está empujando a los indocumentados a intentar el cruce por territorios cada vez más peligrosos.
Hay evidencias de que el número de personas que entran ilegalmente en Arizona ha bajado sustancialmente, aunque la cifra de muertes no ha bajado. Las detenciones en el sector de Tucson de la Patrulla Fronteriza han disminuido en cada uno de los últimos cinco años.
Los funcionarios de agencias policiales de los condados fronterizos, funcionarios consulares mexicanos, dirigentes tribales de Tohono O’odham y grupos humanitarios apuntan a la seguridad más estricta como un motivo de las muertes. Más cercas fronterizas, tecnología de seguridad y agentes han hecho que los inmigrantes busquen otras rutas en terreno más peligroso, aumentando la probabilidad de heridas o agotamiento y que algunos queden librados a su suerte.
La Patrulla Fronteriza niega que esté empujando a los indocumentados a terrenos más peligrosos y señala sus esfuerzos de rescate como prueba de que su presencia impide muertes en vez de provocarlas.
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