María Silva
Agencia Reforma
En la actualidad, ya no se puede decir que este mes o el siguiente es época de alergias, como sucedía en el pasado, pues todo el año se presenta una gran variedad de cambios en el ambiente, que son factores gatillo que disparan los síntomas.
En términos epidemiológicos, este tipo de enfermedades respiratorias, que también tienen un origen hereditario, han aumentado, por lo que se reconocen como un problema de salud pública a nivel global.
“Hay estudios que reportan que en 1979, el 8.5 por ciento de la población padecía algún tipo de enfermedad alérgica, de éstas, un 2.5 por ciento correspondía a la rinitis alérgica y un 1.5 al asma bronquial”, indica Sandra Nora González, jefa de alergia e inmunología clínica del Hospital Universitario.
Diez años más tarde, con el mismo instrumento de medición, se actualizaron los datos y se encontró que este porcentaje aumentó a 11.5 por ciento: 5 por ciento corresponde a la rinitis alérgica y un 2.5 al asma.
Las enfermedades alérgicas son inflamatorias, explica, sin embargo, tienen un componente hereditario y otro ambiental.
El ambiente dentro de casa, que son los alérgenos intramuros, como los ácaros del polvo, animales domésticos o mascotas exóticas desencadenan los síntomas de los pacientes susceptibles a las alergias.
“El 80 por ciento de las crisis de asma se presentan por primera vez antes de los 5 años de edad y van precedidas por sinos de rinitis alérgica, cuyos síntomas son obstrucción en la nariz, comezón, estornudos que van de dos a cinco seguidos y la presencia de moco cristalino”, indica.
La manifestación alérgica no sólo es respiratoria, sino también en la piel, como sucede con la dermatitis atópica. También se dan las alergias a alimentos y medicamentos o los síntomas gastrointestinales que tienen algún compromiso inmunológico alérgico, por ello es que se le considera enfermedad sistémica.
¿Se curan o se controlan?
De acuerdo con González, la alergia sí se cura desde el punto de vista de que es posible estar sin síntomas por años, pero una curación en el sentido de que desaparezca la información genética no se puede.
Después es necesario identificar si al paciente lo afecta algún tipo de alergeno dentro de casa, por ejemplo, las almohadas de pluma, alfombras o animales domésticos.
Se recomienda no utilizar aerosoles muy potentes, porque pueden afectar a los alérgicos y contar con el tratamiento farmacológico con antihistamínicos, broncodilatadores, antiinflamatorios y corticosteroides inhalados.
Por dentro y por fuera
En el tratamiento de las alergias se tiene que tener en cuenta el medio ambiente externo e interno, para detectar los factores que producen o agudizan los síntomas.
Se realiza una historia clínica específica, en donde al paciente se le pregunta el área en donde vive, para conocer los alérgenos que puedan existir fuera de casa, como árboles y plantas.