Érika Dávila
Agencia Reforma
“Por la lástima de que mucha gente en otras partes del mundo no tiene qué comer, textualmente las mamás dicen: ‘De que se desperdicie a que me lo coma y engorde, pues que engorde’”, indica la nutrióloga Leticia Hernández.
Subir de peso por comer lo que el pequeño deja en el plato, sea en casa o fuera, como sucede en las reuniones familiares o festejos, es una consecuencia que se puede erradicar si se ataca el origen del problema.
“Es muy común que las mamás les sirvan a los niños raciones como si fueran adultos”, señala.
“Aquí lo importante es cocinar y servir porciones más chicas, y si el niño o bebé quiere más comida, ofrecerle un poco más”.
Lo mismo aplica en las fiestas infantiles, en donde se ofrecen chilidogs, gelatinas, taquitos, sándwiches o marinitas puedes decirle a la persona que atiende que le sirva menos.
Cuando se trata de papillas naturales hechas en casa, por temor a que no se conserven en buenas condiciones de un día para otro, las mamás se las terminan comiendo.
“Una persona adulta necesita de 2 mil a 2 mil 500 calorías, y a esto vamos a sumarle las calorías de la comida que dejaron los niños. Esto es un 10 ó 15 por ciento de calorías extras”.
Lo que normalmente los niños dejan en el plato son carbohidratos, como sopas, pastas o tortillas.
“El problema no es el tipo de comida, porque son ingredientes saludables, sino la cantidad, por ello es preferible servirles poca ración, y si les queda hambre, darles un poco más”.
¿Qué más hacer?
Para que el niño no deje comida en el plato, además de servirle de poquito en poquito, una de las cosas que se recomienda es decorar sus alimentos de forma llamativa.
“A los niños les gustan mucho los colores vivos, y con la comida se puede lograr esto al combinar los ingredientes, por ejemplo, que el picadillo no sólo lleve carne, sino también zanahoria y chícharos”, menciona.
Caritas o figuras hechas con verduras, letras dibujadas en su plato con mayonesa, catsup o mostaza, y comida cortada con moldes de dibujos animados, sin duda podrán captar la atención del menor y lograr que se termine todos sus alimentos.
Otro tip es no darle de comer, ni siquiera grandes cantidades de agua, previo a su hora de comida fuerte, porque esto hará que su capacidad gástrica se llene antes de tiempo.
Y si quedan alimentos, lo mejor será reusarlos el mismo día, por ejemplo, en tostadas o taquitos, sugiere la especialista en nutrición.
Lo que te comes de más
Elaborados en casa o de manera comercial para servir en fiestas infantiles, éste es el número de calorías aproximadas de distintos platillos para niños que, a veces, te comes porque tus hijos no los apetecieron y los dejaron en sus platos.
Las cantidades pueden variar un poco de acuerdo a la cantidad de azúcar y grasa que se emplee en la preparación, pero también al tamaño, pues a veces no son porciones completas.