Jorge Rivera
La Raza del Noroeste
La ciudad de Seattle y la región del Puget Sound entraron en el año 2010 saliendo de un 2009 que podría considerarse fácilmente uno de los peores en la historia de sus deportes de alta competencia.
Seattle Sounders FC, con su espectacular debut en la MLS, fue la única luz que brilló en una lista corta pero dolorosa de equipos mediocres, que mostró la región el año pasado.
Era casi imposible ser peor en el 2010, y en el comienzo hubo razones para ser optimistas, para pensar en un año de triunfos; no se dio, el año que cierra fue también mediocre para el deporte local, la mejoría fue mínima; veamos un rápido recuento del por qué;
Huskies adelante
El equipo de football americano colegial de la Universidad de Washington (UW), fue en concepto de quien escribe el que tuvo una mayor mejora en el año que termina.
Los Huskies, que en los últimos siete años compitieron por el sobre nombre de peor en la conferencia Pac-10 donde enfrentan otras universidades del oeste del país, mejoraron su marca en apenas un juego, de 4-5 a 5-4.
Pero los Huskies compitieron este año con dos equipos que quedaron entre los 10 mejores del país, difícil tarea, y aún así tuvieron un año ganador.
El futuro se ve positivo, la UW ha reclutado jóvenes que muchos consideran promesas de este deporte en el país, como Nick Montana, que será mariscal suplente en 2011 y es hijo de Joe Montana, uno de los más grandes en su posición, en la historia de la NFL.
Seahawks comenzaron proceso
El otro equipo de football americano en la región, el de la NFL, se encuentra aún en competencia, e increíblemente, aún con posibilidades de jugar post temporada.
Los Seahawks comenzaron este año una nueva era, nuevo presidente, nuevo entrenador, buscando recuperar el brillo que tuvieron entre el 2005 y el 2007 principalmente, y que habían perdido.
Pete Carroll tomó las riendas y mostró capacidad de hacer cambios, consiguió algunos jugadores de impacto, y terminará el año mejor que el triste 5-11 del 2009.
Pero el equipo aún no tiene jugadores realmente brillantes en sus posiciones claves, su mariscal de campo ha pasado los mejores años, y todavía no aparece el corredor trasero que rompa las defensas con el balón por tierra una y otra vez, como se necesita realmente para estar entre los primeros de la liga.
Los Seahawks tendrán que salir a buscar talento en el 2011, con lo que tienen no alcanzan, pero cierran el 2010 dejando la impresión que esta vez no cometieron un error, como en el 2008, al escoger su entrenador.
Marineros navegan al futuro
La historia de Seattle en el beisboll de grandes ligas sigue siendo simplemente miserable, pareciera que el equipo rentó de manera permanente el sótano de las clasificaciones en el deporte.
El 2010 había comenzado con optimismo que probó posteriormente ser desmedido, al mostrar algo de mejoría en el 2009, y atraer un pitcher de primera línea (Cliff Lee) para acompañar al Rey Félix Hernández, la estrella solitaria.
Todo se derrumbó en cuestión de semanas, al comienzo de temporada, los Marineros eran inofensivos, y su buena defensa no servía de nada, porque no anotaban carreras.
De manera que regresaron, y se encuentran en este momento, en su plan A, que era reconstruir sus fuerzas básicas, lo que toma años y para lo que contrataron al Gerente actual, Jack Zduriencik, quien pareciera comenzarse a quedar sin tiempo.
Nuevo entrenador y nueva esperanza que los juveniles se conviertan en estrellas es lo único que tienen los navegantes para el 2011, para sumar a Félix e Ichiro, y básicamente, nada mas.
Sounders, historia aparte
El equipo de Seattle en la MLS tiene una atención diferente, por ser representante de nuestro fútbol; por eso su análisis es más detallado, como se publicó la semana pasada.
Baste con decir que el verde radiante volverá a tener más de 35 mil aficionados cada semana, volverá a Liga de Campeones CONCACAF, y enfrentará el año con armas muy similares al 2010, esperando simplemente que el equipo consolide su juego de conjunto.
Nuestra bola de cristal, tristemente, no muestra un trofeo en el camino del 2011, para el deporte en Seattle.
