The Seattle Times
El periódico The Seattle Times reporto que el Consejo Escolar de Seattle despidió a su Superintendente Maria Goodloe-Johnson en una votación unánime el miércoles por la noche, en medio de un escándalo financiero que ha dejado al consejo en una búsqueda de reparo.
La auditoría encontró que el distrito había pagado $280,000 por servicios que no recibieron y $1.5 millones en servicios que no beneficiaron al distrito o que pudieron haber sido realizados por empleados del distrito.
El consejo también despidió a Don Kennedy, el jefe de finanzas y operaciones.
Goodloe-Johnson y Kennedy no han sido directamente implicados en el reporte estatal de la Oficina del Auditor. Pero un abogado fuera del distrito, quien fue contratado por el propio distrito para revisar las acciones hechas por los encargados concluyó que ambos tenían conocimiento del problema y que debieron haber actuado.
El hombre al centro del escándalo—Silas W. Potter Jr.—le dijo a The Seattle Times que él no es la única persona responsable.
Potter estaba encargado de administrar los contratos del distrito con pequeñas empresas, donde supervisó el gasto de $1.8 millones en contratos cuestionables, de acuerdo a la auditoría estatal y al reporte del distrito.
El programa, que creció a un presupuesto anual de aproximadamente $1 millón, tenía que haber entrenado a negocios pequeños dirigidas por minorías en como ganar contratos de construcción en el distrito.
Pero Potter aprobó contratos de compañías afro-americanos y asesores favorecidos, quienes le cobraban al distrito precios inflados para desempeñar trabajos de poquito o cero valor público, según reportes.
Potter dijo que sus supervisores en ese entonces, Fed Stephens, director de instalaciones, controlaba y aprobaba el dinero que se gastaba. Él agrego que Ron English, uno de los abogados del distrito, revisaba los contratos y discutía los negocios. Ambos han desmentido a Potter.
Potter dijo que el duda que Goodloe-Johnson haya tenido conocimiento de lo que pasaba. Y dijo que él esta listo para cualquier consecuencia legal que esto le pueda traer, aunque signifique ser acusado de un delito.