Tensiones por indocumentados

Manuel Valdes

Associated Press

Benjamín Roldán Salinas, un trabajador forestal mexicano que se encontraba en el país ilegalmente, se tiró a las frígidas aguas del río Sol Duc para escaparle a un agente de la Patrulla de Fronteras y desapareció en la correntada.

Por más de tres semanas, su familia, amigos y voluntarios –incluidos otros indocumentados– recorrieron los densos bosques de las riberas del río en busca de Roldán.

La búsqueda concluyó el 4 de junio, cuando un amigo de la familia encontró el cadáver descompuesto de Roldán enredado en unas raíces río abajo, según el informe de la oficina del sheriff.

Su muerte aumentó las tensiones entre la Patrulla de Fronteras y los inmigrantes de Forks.

“Hablamos de Arizona, de Texas, de la frontera sur. Pero esto sucede también aquí, en nuestro patio trasero”, declaró el alcalde de Forks Bryon Monohon.

Los agentes de la Patrulla de Fronteras interrogan a la ciudadanía y arrestan indocumentados a la salida de los tribunales. Han perseguido a migrantes que trabajan en la industria de arreglos florales en los bosques vecinos.

La campaña contra los indocumentados hizo que quienes los apoyan desarrollasen un sistema de alertas mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto cada vez que asoma un automóvil de la Patrulla de Fronteras, según entrevistas con funcionarios de la Patrulla, líderes municipales y defensores de los indocumentados.

La Patrulla dice que simplemente cumple con su deber: Hacer cumplir las leyes de inmigración y proteger la frontera y las costas del terrorismo, los narcotraficantes y otras actividades ilícitas.

“Seguimos cumpliendo la misma misión que en la frontera”, sostuvo el agente de la Patrulla Chris Dyer en marzo.

La Patrulla de Fronteras está autorizada a intervenir hasta a 160 kilómetros (100 millas) de la frontera. En la actualidad hay unos 30 agentes en la península Olympic.

Forks es una localidad pequeña, de 3.200 residentes. Aproximadamente el 40% de los estudiantes del distrito escolar reciben almuerzos gratis o a precios reducidos, lo que es un indicador de altos niveles de pobreza. Es una ciudad inusual, que se encuentra en la frontera pero no tiene carreteras ni cruces que la comuniquen con Canadá.

Los inmigrantes –con y sin papeles– tienen una nueva forma de ganarse la vida: recogiendo hojas de los bosques a ser usadas en arreglos florales. Es una industria que genera 150 millones de dólares anuales en el estado de Washington.

Cubiertos de impermeables, decenas de inmigrantes montan camiones todas las mañanas en Forks y se dirigen a los bosques, a través de caminos aislados. El Servicio Forestal otorga permisos a los trabajadores, quienes venden sus hojas a los negocios que hacen arreglos. Cortan hojas por horas, y arman pequeños fardos con las que se pueden vender, que generan aproximadamente un dólar cada uno.

Durante el último año fiscal, la agencia registró 673 arrestos en un sector administrativo que abarca el occidente de Washington y partes de Oregón y de Alaska.

La Patrulla Fronteriza no aclaró cuántos de esos detenidos tenían antecedentes delictivos.

La oficina del sheriff de Clallam no tiene antecedente policial alguno de Roldán.

Buena parte de las críticas que recibe la Patrulla de Fronteras aquí obedecen al arresto de migrantes que recogen hojas. Dyer dice que la Patrulla no persigue a esos trabajadores, pero que si el Servicio Forestal pide ayuda, la brinda.

La oficina del sheriff, el Servicio Forestal y la Patrulla coincidieron en que Roldán y una mujer regresaban a Forks tras una jornada de trabajo cuando fueron detenidos por un agente del Servicio Forestal, que llamó a la Patrulla de Fronteras.

La portavoz del Servicio Forestal Donna Nemeth dijo que el agente sospechó que Roldán y su compañera estaban recogiendo hojas ilegalmente. Cuando llegó el agente de la Patrulla de Fronteras, Roldán salió corriendo y lo persiguieron.

“No es inusual que necesitemos un traductor (muchos de los inmigrantes hablan solo español) en el sitio más cercano donde haya uno disponible. En este caso, se llamó a alguien de la Patrulla”, manifestó Nemeth.

A Roldán lo vieron tirándose al río. La mujer fue detenida por una infracción a las normas de inmigración y enviada a un centro de detención de Arizona. Posteriormente fue liberada.

“Hicimos lo que pudimos para tratar de atrapar a este individuo”, sostuvo el portavoz de la Patrulla de Fronteras Richard Sinks.

“Lamentamos lo que sucedió y le expresamos nuestras condolencias a su familia y sus amigos”.

“Básicamente, cumplimos con nuestro trabajo”, agregó.