Sharon Salyer
The Herald
Las vacunas, antes referidas como “las salvadoras de los niños”, ahora están en medio de un debate.
Detrás del debate esta la pregunta: ¿podría estar equivocada la ciencia? ¿Podrían las vacunas causar retraso en el desarrollo o algún otro problema de salud para sus hijos?
El estado de Washington lleva el primer lugar en la nación en la lista de padres que no vacunan a sus hijos de edad preescolar. Esto significa que el 6.2 por ciento de los niños no completaron sus vacunas durante el año escolar 2009-10, de acuerdo con cifras del Centro de Control y Prevención de Enfermedades.
La vacuna que menos se aplicó fue la de la varicela, la cual protege en contra de esa enfermedad conocida como chickenpox en ingles.
Desde 1997 ha habido un descenso en el número de niños que completan todas sus vacunas desde el kinder hasta la preparatoria.
“El mundo ha cambiado”, dijo el Doctor Jack Stephens, pediatra en la Clínica de Everett. “Antes el niño que no estaba inmunizado era un niño de una familia pobre con poco acceso al sistema de salud. Hoy en son hijos de padres bien educados que status social alto, los cuales realizan sus propias investigaciones y te dicen lo que quieren hacer”.
Y la razón para no poner la vacuna o retrasarla es diferente para cada familia. Para María Rippo de 32 años, residente de Bothell, la razón es la preocupación de las consecuencias que podrían tener las vacunas en el cuerpo de sus hijos. Ella ha decidido que sus cuatro hijos únicamente reciban una vacuna, la cual los protege de la tos ferina, tétano y difteria.
“Algunas personas piensan que nosotros somos los enemigos porque no estamos vacunando a nuestro hijos”, dijo ella.
Una nueva ley estatal que entro en vigor el 22 de julio, obligara a que los padres muestren pruebas de las vacunas de sus hijos. Antes lo única que debían hacer era firmar un papel donde declaraban que por razones religiosas, medicas o personales ellos no se vacunaban.
Ahora, los padres deben reunirse con un doctor, obtener una carta confirmando que la consulta se llevó a cabo y dar la carta a la escuela o la guardería donde su hijo estará. Esto podría significar un costo adicional para los padres de aproximadamente 90 a 100 dólares.
Los niños que no están completamente inmunizados podrían ser enviados a casa durante brotes de alguna enfermedad por la cual no están vacunados.
Ninguna vacuna es 100 por ciento eficaz. Pero el vacunar a la mayor parte de la población crea una pared que bloquea la propagación y el contagio de la enfermedad.
“Esto no es solo de proteger a un niño; es el proteger toda una comunidad”, dijo el Doctor Gary Goldbaum, director médico para el Distrito de Salud de Snohomish.