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con información de la Associated Press.
Una brillante actuación de su defensa le dio a los Seattle Seahawks el resultado que necesitaba para seguir con vida en la búsqueda de un cupo en post temporada, aunque a dos jornadas del final sus opciones sean mínimas.
Seattle derrotó 38-14 a los Osos de Chicago en una tarde en que los Halcones Marinos interceptaron 4 veces al mariscal de campo rival, logrando incluso “touchdowns” en dos de esas jugadas.
Red Bryant, un enorme defensa de 323 libras de peso, logró capturar en el aire el balón que uno de sus compañeros había tumbado de las manos del mariscal de Chicago, Caleb Hanie, y correr con él a cruzar la línea de gol, cuando el juego estaba empatado, para dar a los Bears el golpe de gracia que otro defensa, Brandon Browner, remató con otro intercepción para touchdown a cinco minutos del final.
“Yeah, Baby”, dijo con emoción el entrenador Pete Carroll a la AP, “Voltear el partido tras el descanso fue remarcable, ver al grandote de Red anotar un touchdown, te calienta el corazón”.
A pesar de no avanzar más de 100 yardas por tierra, fue contenido a solo 42, el corredor trasero de los Seahawks Marshawn Lynch, encontró la forma de crear impacto y anotó los otros dos touchdowns de Seattle, pasando además la marca de 1,000 yardas de avance para la temporada.
El equipo de casa sigue mostrando la proyección de sus jugadores jóvenes, y en Chicago fue el receptor abierto Golden Tate, de segundo año en la liga, quien más pases atrapó, a tiempo que los defensas profundos Richard Sherman, de 23 años, y Early Thomas, de 22, sumaron cada uno otra intercepción.
El panorama de post temporada, sin embargo, no es bueno para los Seahawks, ya que aunque la victoria niveló su marca del año a 7-7, dos equipos de la su misma conferencia, la Oeste en la NFC, se encuentran con marca de 9-5 y la máxima opción de tomar los últimos cupos a la liguilla.
Los Leones de Detroit, que lograron una dramática victoria de visitantes en el último minuto contra Oakland, podrían asegurar la plaza ganando en su estadio el sábado en la tarde, contra los Cargadores de San Diego, pero no es una labor fácil, ya que los californianos vienen al alza y ayer aplastaron a Baltimore.
El otro rival por la plaza, los Atlanta Falcons, asegurarían su casilla en el último juego cuando cierran en casa contra los débiles Bucaneros de Tampa Bay.
Seattle enfrenta el penúltimo paso de su jornada al comenzar la nochebuena, el sábado a las 4 de la tarde en CenturyLink Field, recibiendo al ya campeón de la división, los 49s de San Francisco, en partido que sin duda revivirá la rivalidad personal entre sus entrenadores, Pete Carroll de los Seahawks y Jim Harbaugh de San Francisco.
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