KENT KILPATRICK
Associated Press
MEXICO (AP) — El terremoto de 6,5 grados que la víspera afectó varios estados del centro y sur de México, sacudiendo casas y edificios y provocando pánico en el balneario de Acapulco, dejó tres personas muertas, pero no hubo daños graves, dijeron las autoridades.
El temblor del sábado se sintió en la Ciudad de México, donde balanceó edificios y causó algo de pánico, pero ningún daño grave.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) calculó en un principio la magnitud del temblor en 6,8 grados, pero después lo degradó a 6,7 y posteriormente a 6,5. Un sismo de esta magnitud puede causar graves daños.
El temblor se produjo a 64,9 kilómetros (40,3 millas) de profundidad con epicentro a 166 kilómetros (103 millas) al sur-suroeste de la capital del país y a unos 42 kilómetros (26 millas) al suroeste de Iguala, en Guerrero, informó el USGS.
La Secretaría de Gobernación del gobierno federal dijo que el sismo se sintió en algunas partes de nueve estados.
Humberto Calvo, subsecretario de la agencia de Protección Civil de Guerrero, dijo que las tres muertes ocurrieron en ese estado del sur del país y al que pertenece Acapulco.
Calvo precisó que un hombre murió en Iguala, cuando el techo de una casa se derrumbó. Otra persona murió en el pequeño pueblo de Ixcateopan y un conductor de un camión de carga falleció por rocas que cayeron sobre la autopista de peaje que une Acapulco con la Ciudad de México.
Los edificios altos se balancearon en el centro de la Ciudad de México por cerca de un minuto y los compradores salieron en multitudes de algunos centros comerciales hasta que pasó el peligro.
El alcalde capitalino Marcelo Ebrard dijo en Twitter que no se detectaron daños en el sistema de transporte subterráneo ni en el aeropuerto, aunque reportó la falta de energía eléctrica en 30 barrios y la caída de cables en 12 puntos.
Muchas personas del barrio capitalino de La Condesa salieron sus casas y se reunieron en las calles, abrazándose mientras algunas empezaban a llorar. Un grupo de mujeres unieron sus manos, hicieron un círculo, cerraron los ojos y rezaron.
Decenas de personas en otros puntos salieron a la calle provenientes de viviendas, bares, restaurantes y hoteles, incluso algunas en ropa de baño. Varias sostenían linternas y abrigos, llenas de incertidumbre y recordaban lo ocurrido durante el terremoto de 1985.
Partes de la Ciudad de México se ubican sobre un lago desecado, así que el suelo arcilloso tiende a magnificar el efecto de los sismos. Se calcula que el de 8,1 grados de magnitud en 1985 provocó la muerte de hasta 10.000 personas en la capital.
Por su parte, Eruviel Avila, el gobernador del populoso Estado de México que rodea la capital, también informó a través de Twitter que “hasta el momento no hay mayor novedad, más que crisis nerviosas en algunos vecinos”.
En el puerto de Acapulco, en Guerrero, cientos de turistas nerviosos se congregaron en las calles después de abandonar los edificios que se sacudían a lo largo de la costera Miguel Alemán, la avenida que da a la playa. Los clientes también evacuaron un complejo de salas de cine.
Las autoridades dijeron que no encontraron daños estructurales ni reportes de heridos en el puerto, que se ubica a unos 140 kilómetros (87 millas) del epicentro del temblor.
Rogelio Trujillo, jefe de seguridad de las tiendas departamentales Soriana en Acapulco, dijo que los frascos de perfumes, comestibles y pinturas se sacudían de las estanterías y los clientes salieron corriendo.
Alberto Orbe, un operador de radio del Consejo Municipal de Protección Civil, dijo que la oficina recibió muchas llamadas telefónicas de residentes asustados.