Associated Press
SEATTLE (AP) – En el fondo de una cascada y a punto de caer a otra más profunda, un niño de 13 años logró trepar a un roca de 30 centímetros de ancha en un turbulento rio del estado, y logró quedarse por ocho horas y media hasta que rescatistas finalmente lo sacaron de allí en la mañana del domingo, dijeron oficiales del Sheriff.
El niño estaba en una caminata con su padres y un amigo el sábado sobre las cinco de la tarde, cuando comenzó a vadear en un río arriba de la cascada Wallace, un popular parque del estado cerca de Gold Bar, 45 millas al noreste de Seattle en el pie de las montañas Cascade. El tope de la cascada queda en subida a unas 3 millas del camino.
El muchacho resbaló en unas rocas y el agua se lo llevó unos 10 pies abajo en la cascada, de algún modo justo antes de caer otros 270 pies en la parte principal, el logró safarse de los rápidos y apoyarse en una banqueta natural que el agua había creado en una roca.
De espaldas al agua se agarró y esperó por ayuda con los dedos de sus pies entre el agua.
“Se quedó en esa roca todo ese tiempo”, dijo la auxiliar del Sheriff del condado Snohomish, Suzy Johnson, “es un chico con suerte”.
Los rescatistas trataron primero de alcanzarlo en helicóptero, pero la saliente de la roca no les permitió bajar en línea recta, en cambio, un helicóptero bajó a dos de ellos 300 yardas debajo de donde se encontraba el muchacho.
La pareja de salvamente trepó entonces a la saliente de la roca, y se combinaron desplazándose y asegurándose con el objetivo de llegar donde pudieran poner al chico en un arnés hasta que llegara más ayuda, dijo el jefe de pilotos de la unidad aérea del Sheriff, Bill Quistorf.
Uno de los rescatistas trató de llegar al muchacho balanceándose pero la cuerda frotada con la roca se rompió haciéndolo caer al agua, pero la cuerda secundaria lo sostuvo y logró llegar a la orilla con heridas menores.
Otro grupo logró trepar por el camino y encontró al chico en la roca, mojado e hipotérmico, le lanzaron ropas secas y comida mientras preparaban un mecanismo para sacarlo que incluía una escalera de 24 pies, amarrada con cuerdas.
Un rescatista acompañó al niño camino a la zona segura sobre la 1:30am del domingo, el grupo de 10 acampó durante la noche y salieron de la zona en la madrugada.
“Estaba muy callado”, dijo el jefe de pilotos, “Se notaba muy impactado”.
El nombre del niño, quien vive en Burien, no fue revelado en ese momento, pero se notó que no requería atención médica inmediata y sería enviado al doctor el lunes.
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