Comparten regios experiencias en Boston

Félix Barrón y Juan Ramón Piña

Agencia Reforma

MONTERREY, NL 16-Abr .- Regios que acuden al Maratón de Boston narran la odisea que pasaron al atestiguar los bombazos que causaron caos, confusión y muerte.

HÉCTOR CASTILLO

Él sí termina; pero otros no

Héctor Castillo, quien terminó el recorrido en 3h 08:27, dijo ayer que fue afortunado al terminar antes de que empezara la tragedia.

“Una explosión se dio unos 30 metros antes de la meta y la otra mucho antes.

“Por tanta confusión que se generó no había manera de terminar y en esos momentos lo más importante fue seguir las instrucciones”, expresó el regio vía telefónica.

Mencionó que él, una vez que cruzó la meta, pasó por el lugar de la explosión una hora antes y se enteró de los hechos camino a su hotel.

“Caminé unos 500 metros para tomar el tren subterráneo, pero no había paso, entonces caminé un kilómetro y medio hasta el hotel.

Había mucho movimiento de patrullas, bomberos y ambulancias, pero no sabía por qué?, señaló.

En las vitrinas de un restaurante vio por TV los hechos.

“Fue cuando me di cuenta de todo. Luego vi pasar por las calles vehículos especiales de la Policía”.

Con excepción del cierre del Metro, ninguna otra restricción estaba en operación; los restaurantes estaban abiertos y en las calles la gente se veía normal.

Joaquín Aguilera y Rogelio Berlanga vivieron de cerca el mortal incidente, sin que les afectara físicamente.

En la casa de Aguilera, quien cubría su primera carrera en Boston y quinto 42K en su trayectoria de maratonista, comentaron que no pudo concretar el recorrido.

CECILIA FUENTES

Viven el caos

Una experiencia aterradora que nunca había sufrido tuvo ayer en Boston la corredora regia Cecilia Fuentes.

La maratonista acompañó a su esposo Arturo González a la justa bostoniana y vivió a distancia los hechos sangrientos.

“Es una experiencia muy fuerte, los bombazos me tocaron cuando ya estaba en el hotel, que está a dos cuadras de la meta.

“Y mi esposo llegó a la meta 20 minutos antes. Fue un caos completo”, expresó Fuentes vía telefónica.

La corredora, quien esta vez no pudo participar en el 42K, dijo que en su hotel, el Marriot, también detectaron artefactos explosivos.

“Hay mucha incertidumbre, vigilancia por todos lados, calles cerradas, restaurantes cerrados, tiendas, aunque sí se puede andar en la calle”, señaló.

La presencia de cientos de policías, ambulancias y bomberos impactaron a la corredora.

“No habíamos comido y no había comida en el hotel, no nos dejaban salir. Cuando salimos vimos policías del FBI, que uno nomás los ve en las películas”, agregó.

ALFREDO RODRÍGUEZ

Pasa tragedia en familia

A la hora del atentado, Alfredo Rodríguez, junto a su familia, se encontraban en el Metro de regreso a su hotel. Había cruzado la meta alrededor de las 13:40 horas, con un tiempo de 3h 21:06.

“Estábamos en el Metro cuando de repente se paró y nos quedamos como 15 minutos. Se nos hizo algo raro porque fue mucho tiempo, la gente se comenzó a parar”, dijo vía telefónica Rodríguez.

“Pero cuando ya llegamos a la siguiente estación nos dijeron que había que evacuar, no decían por qué y no sabían cuándo se iba a volver a abrir el Metro”, agregó el corredor, quien ha participado en más de 40 maratones a lo largo de su vida.

Al llegar al hotel, dijo, ya se sentía el ambiente de confusión. La televisión daba las noticias.

“Se veían muchos coches saliendo de la Ciudad, había mucha confusión. Nos decían que no fuéramos a ningún lugar donde hubiera aglomeración porque se rumoraba que había habido otro coche bomba, pero no se sabía nada”, expresó Rodríguez, quien acudió a Boston con su esposa y sus dos hijos.

LIVIS JAQUEZ

Vive de cerca bombazos

Apenas tenía 15 minutos de haber cruzado la meta cuando Livis Jaquez escuchó los estruendos. Se encontraba en el área de recuperación junto a decenas de corredores.

“Justo cuando estábamos saliendo se escuchó un estallido y no te cae el veinte. Estábamos como a unos 500 metros de la meta”, expresa vía telefónica Jaquez, quien radica en San Pedro.

“Entonces volteamos y vimos salir humo, no piensas que fue algo más, pero luego, en 30 segundos, volvió a tronar y fue cuando salió más humo. Se comenzó a escuchar gente gritando. Cuando nos dimos cuenta de eso nos alejamos rápidamente de ahí.

“Incluso, cuando estábamos saliendo, escuchamos comentarios así como ya se volvieron locos los de Corea”, dijo la corredora, quien fue acompañada por su esposo, Luis Fernando González.

Él se encontraba precisamente apoyándola con porras desde donde fue la explosión.

“Cuando yo pasé (la meta), él estuvo ahí parado, estuvo platicando con la gente”, indicó.

La corredora cruzó la meta en 3 horas 50 minutos y 9 segundos. Era su primer maratón en Boston.

“Son sentimientos encontrados, primero te preocupa tu tiempo, pero luego, al enterarte de lo que ocurrió, te preocupa que la gente esté bien. Fue algo que empañó el evento”, dijo Jaquez, quien corre en el Club Lili Figueroa y entrena en Calzada del Valle.