Por JORGE SAINZ y HAROLD HECKLE,Associated Press
MADRID (AP)
Montiel murió en su domicilio de la capital española tras sufrir un desvanecimiento sin que de momento hayan trascendido las causas definitivas del deceso, informó su biógrafo Pedro Villora.
Actriz y cantante, Montiel protagonizó más de medio centenar de películas. Fue ícono de belleza para toda una generación. Vivió una agitada vida amorosa y se hizo famosa por fumar puros en el escenario cuando cantaba.
“Ella era las dos cosas, actriz y cantante. Pero sobre todo actriz, que siempre fue el sueño de su vida”, dijo Villora.
Nacida el 10 de marzo de 1928 en el municipio de Campo de Criptana, en la región central de La Mancha, María Antonia Abad Fernández, su nombre de pila, fue hija de un agricultor y una vendedora de puerta en puerta de productos de belleza.
En su adolescencia ganó un concurso de talento realizado por Cifesa, en ese entonces la casa cinematográfica más influyente de España.
En 1944 comenzó una prolífica carrera en el filme “Te quiero para mí”, del húngaro Ladislao Vajda, y antes de finalizado el año apareció en un papel estelar bajo su nombre artístico definitivo, Sara Montiel, aunque a veces también usaba Sarita.
Durante los cuatro años siguientes participó en 14 películas, entre ellas el drama “Locura de amor” (1948) de Juan de Orduña, cuyo gran éxito la impulsó a una carrera cinematográfica en México entre 1950 y 1954.
“México significa mi segunda patria”, aseguró Montiel en una entrevista con la AP en Miami, en noviembre del 2007. “A México llegué en el año 50 y se me abrieron las puertas inmediatamente, me abrieron los brazos, tengo un gran recuerdo de México”.
Atraídos por su belleza y talento, los productores de Hollywood la presentaron al público estadounidense en “Vera Cruz” (1954), que protagonizó junto a Gary Cooper y Burt Lancaster.
Posteriormente actuó en “Serenade” (1955) con Mario Lanza, bajo la dirección de Anthony Mann, quien llegó a ser el primero de sus cuatro maridos.
“Nunca, nunca, nunca” imaginó que llegaría a ser tan exitosa, admitió en la misma entrevista de 2007. Desde los cinco años, cuando sus padres comenzaron a llevarla al cine, su “sueño más grande era llegar a ser artista y triunfar”, como la actriz Ingrid Bergman y la cantante Edith Piaf.
A la pregunta de por qué llegó a conquistar el mundo con cerca de 50 películas y casi una treintena de discos, solía responder: “Por el ahínco que he tenido siempre de procurar hacer las cosas lo mejor posible, y de rodearme de un equipo bueno”.
Tras protagonizar junto con Rod Steiger ” Run of the Arrow” (1957), dirigida por Samuel Fuller, Montiel decidió regresar a su país natal, donde apenas había gozado de éxito antes de viajar a México. La actriz saltó definitivamente al estrellato con “El último cuplé” en 1957, una de las películas más taquilleras de la historia del cine español.
“Cuando se estrenó ‘El último cuplé’ y vi la realidad del éxito” sintió que había logrado su meta, expresó Montiel. Recordó que acudió al cine y que al ver al público sacando sus pañuelos para estrujarse las lágrimas pensó: “He llegado a lo que quería llegar, a mover las masas, a mover al público”.
Por su siguiente obra, “La Violetera”, llegó a cobrar más de un millón de dólares, algo insólito en aquellos tiempos. La canción principal y la banda sonora se vendieron bien en muchos países y con eso allanó el camino para desarrollar también una carrera como cantante.
“‘La Violetera’ fue un suceso aún más grande que ‘El último cuplé”’, dijo Montiel a la AP. “Ahí comprendí que había nacido para el cine y había cumplido mi meta, que era conmover y atrapar al público”, expresó la artista, seguidora confesa de artistas como el puertorriqueño Ricky Martin y el español Alejandro Sanz.
Montiel se estableció en España como referente indiscutible de la gran pantalla. Protagonizó y produjo decenas de películas y musicales. No volvió a pisar Hollywood, porque, según reconoció años después, su cabello oscuro y rasgos latinos limitaron su presencia a papeles secundarios como india en westerns de la época.
“Efectivamente no me trababan muy bien (en Hollywood), quizá por envidia o porque era un intrusa en su mundo, sobre todo siendo latina”, comentó en alguna ocasión.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, aparcó el cine y se volcó en su faceta musical, protagonizando espectáculos de variedades en teatros y televisión. Su tono de voz baja y muy grave revitalizó el cuplé.
Una de sus señas de identidad era la de fumar puros en el escenario, un hábito que en aquel entonces parecía reservado sólo a los hombres. Montiel contó que fue el escritor Ernest Hemingway quien le enseñó a fumar.
En la década de 1990 participó también en la televisión, con una serie llamada “Sara y punto”, en la que entrevistó a invitados tan famosos como Luciano Pavarotti y Charles Aznavour.
Montiel se definía como una mujer plena, feliz en lo profesional y en lo personal, sobre todo tras la adopción de sus dos hijos.
“Vivir es un placer”, reconoció en su entrevista con la AP. “Ya no puedo pedirle más nada a Dios”.
“El único error de verdad que cometí”, admitió, fue la boda en el 2002 con el cubano Antonio Hernández que por ese entonces tenía 38 años, 36 menos que ella.
El matrimonio, su cuarto enlace civil, duró 10 días y fue “un error catastrófico. De eso sí que me arrepiento”, reconoció.
A pesar de su extensa y fructífera trayectoria, Montiel se quedó con las ganas de hacer una película sobre la vida de Catalina II de Rusia y de actuar en un cine “con argumentos más fuertes”, con un guionista que “no hubiese estado tan oprimido por la censura” de la dictadura de Franco.
Si bien tuvo la posibilidad de elegir a sus directores y a los actores que la acompañaban, no consiguió que Roger Moore protagonizara con ella “La bella Lola” porque estaba comprometido con una serie de televisión británica, relató a la AP.
Montiel deja a sus hijos adoptivos Thais y Zeus.
A continuación la filmografía y discografía de la estrella española Sara Montiel, quien falleció el lunes en Madrid a los 85 años.
FILMOGRAFÍA:
“Te quiero para mí”, 1944, de Ladislao Vajda
“Empezó en boda”, 1944, de Raffaello Matarazzo
“Se le fue el novio”, 1945, de Julio Salvador
“Bambú”, 1945, de José Luis Sáenz de Heredia
“El misterioso viajero del Clipper”, 1945, de Gonzalo Delgrás
“Por el gran premio”, 1946, de Pierre-Antoine Caron
“Vidas confusas”, 1947, de Jerónimo Mihura
“Confidencia”, 1947, de Jerónimo Mihura
“Mariona Rebull”, 1947, de José Luis Sáenz de Heredia
“Don Quijote de la Mancha”, 1947, de Rafael Gil
“Locura de amor”, 1948, de Juan de Orduña
“Alhucemas”, 1948, de José López Rubio
“La Mies es mucha”, 1949, de José Luis Sáenz de Heredia
“Pequeñeces”, 1950, de Juan de Orduña
“Furia roja”, 1951, de Steve Sekely y Víctor Urruchúa
“Cárcel de mujeres”, 1951, de Miguel M. Delgado
“El Capitán Veneno”, 1951, de Luis Marquina
“El enamorado”, 1952, de Miguel Zacarías
“Necesito dinero”, 1952, de Miguel Zacarías
“Ahí viene Martín Corona”, 1952, de Miguel Zacarías
“Ella, Lucifer y yo”, 1952, de Miguel Morayta
“Aquel hombre de Tánger”, 1953, de Luis María Delgado y Robert Elwyn
“Piel canela”, 1953, de Juan José Ortega
“Yo soy gallo donde quiera”, 1953, de Roberto Rodríguez
“Yo no creo en los hombres”, 1954, de Juan José Ortega
“¿Por qué ya no me quieres?”, 1954, de Chano Urueta
“Se solicitan modelos”, 1954, de Chano Urueta
“Vera Cruz”, 1954, de Robert Aldrich
“Frente al pecado de ayer”, 1955, de Juan José Ortega
“Serenade”, 1956, de Anthony Mann
“Donde el círculo termina”, 1956, de Alfredo B. Crevenna
“El último cuplé”, 1957, de Juan de Orduña
“Run of the Arrow”, 1957, de Samuel Fuller
“La Violetera”, 1958, de Luis César Amadori
“Carmen la de Ronda”, 1959, de Tulio Demicheli
“Mi último tango”, 1960, de Luis César Amadori
“Pecado de amor”, 1961, de Luis César Amadori
“La Reina del Chantecler”, 1962, de Rafael Gil
“La Bella Lola”, 1962, de Alfonso Balcázar
“Noches de Casablanca”, 1963, de Henri Decoin
“Samba”, 1964, de Rafael Gil
“La dama de Beirut”, 1965, de Ladislao Vajda
“La mujer perdida”, 1966, de Tulio Demicheli
“Tuset Street”, 1967, de Jorge Grau y Luis Marquina
“Esa mujer”, 1969, de Mario Camus
“Varietés”, 1971, de Juan Antonio Bardem
“La casa de los Martínez”, 1971, de Agustín Navarro
“Cinco almohadas para una noche”, 1973, de Pedro Lazaga
“Canciones de nuestra vida”, 1975, de Eduardo Manzanos Brochero
“La última cena del 88” (Para TV), 1988, de Xavier Manich
DISCOGRAFÍA:
“El último Cuplé”, 1957
“La Violetera”, 1958
“Baile con Sara Montiel”, 1959
“Carmen, La de Ronda”, 1959
“Besos de fuego”, 1960
“Mi último tango”, 1960
“El tango”, 1961
“Pecado de amor”, 1961
“La Bella Lola”, 1962
“La reina del Chantecler”, 1963
“Noches de Casablanca”, 1963
“Samba”, 1964
“La dama de Beirut”, 1965
“Canta Sarita Montiel”, 1966
“Esa mujer”, 1968
“Toda una vida”, 1970
“Varietés”, 1971
“Sara… Hoy”, 1973
“Saritísima”, 1977
“Anoche con Sara”, 1978
“Purísimo Sara”, 1988
“Sara Montiel… De cine!”, 1989
“Sara a flor de piel”, 1991
“Amados míos”, 1995