Versatilidad compacta

Alberto Bortoni

Agencia Reforma

Por varias razones Subaru tiene una gran credibilidad en cuanto a la fabricación de crossovers se refiere. Quizá no sea el de la gama más amplia o incluso la más capaz, pero de alguna forma ha sido consistente en las características de sus modelos.

De alguna forma fueron de los primeros en ofrecer un vehículo, guayín en aquel entonces, con verdaderas capacidades de todo terreno y esto aunado a una gran experiencia en rally les ha valido para que hoy sigan siendo referente en el tema.

La nueva Subaru XV es la propuesta más nueva de la marca en el segmento. Es un modelo relativamente compacto, pero con una buena altura libre y con las capacidades de tracción integral que cada vez resulta más difícil encontrar en el segmento.

Sin ser un modelo apropiado para escalar en roca será más que suficiente para la excursión ocasional al campo y más que suficiente para lidiar con las necesidades urbanas, que en ocasiones pueden ser dignas de un todo terreno. En días de lluvia las bondades de la tracción integral salen a relucir relativamente rápido. Se puede acelerar con más confianza incluso en pendientes ascendentes en donde se requeriría de precisión y delicadeza en un vehículo de tracción sencilla.

Pero aunque aplaudimos la tracción integral hay algunas cosas que podrían ser mejoradas en el tren motriz del XV, comenzando con su motor. Con 2 litros de desplazamiento, aspiración natural y 150 caballos de fuerza no podemos decir que este es un auto de rally. Incluso en ciertas situaciones como en recuperaciones o sobrepasos pareciera que batalla para lograr una buena velocidad.

La sensación es todavía más grave con la presencia de una transmisión continuamente variable. No es que el XV sea demasiado lento, pero con un motor de potencia limitada, una transmisión que por diseño ofrece una sensación poco ortodoxa y arrastrando las pérdidas propias de un sistema de tracción integral, este Subaru dista y por un buen margen de ser un bólido. Pero, del otro lado de la moneda, este tampoco tiene el consumo de combustible de los bólidos turbocargados de Subaru.

En el interior Subaru ha hecho un buen trabajo y ha logrado darle un toque un tanto premium a este modelo. Todavía hay algunos botones que hacen evidente que se trata de una marca japonesa de volumen pero la sensación en materiales y calidad de acabados resulta muy apropiada y competente para el segmento. Además ha logrado un buen equipamiento; en la versión Sport que hemos probado este incluye aire acondicionado de doble zona, cámara de reversa, quemacocos y algunos detalles de diseño interior y exterior como pedales de aluminio y una parrilla deportiva.

El manejo es agradable, con una buena calidad de marcha y una sensación de solidez gracias a una suspensión robusta. Los movimientos del chasis son predecibles y muy controlados, incluso en maniobras a velocidades relativamente altas. Quizá el punto en donde nos gustaría ver un poco más de precisión es en la dirección, que resulta muy asistida y con poca sensibilidad en el centro.

La propuesta de Subaru con la XV es un tanto diferente a la mayoría de los crossover en el mercado. No es la opción más accesible, pero por su tracción integral y su alto nivel de equipamiento en la versión Sport valdrá la pena considerarlo por quienes están en busca de un pequeño crossover personal.