Efraín Palomino Morales
La Raza del Noroeste
La participación de México en la Copa Confederaciones es todo menos digna y es que de ese Tri aguerrido que se ponía al tú por tú con quien fuera, nada queda. Malos resultados, poca personalidad, pleitos e inconformidad interna, un técnico de agua (diría Ángel Reyna), harta pachanga en los bares nocturnos de la tierra paradisiaca de Brasil son la huella que esta selección ha dejado en uno de los torneos en los que solía ser protagonista y bueno para el entre.
Mientras tanto, en la cantina La Cáscara de Seattle, los ánimos no se calentaban ni con un champurrado de esos que venden a las afueras del metro.
“¡Tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos, quiero ver a qué sabe la Copa Confederaciones y que sienta que a México en ella ya no lo quieren! ¡Esta noche el Chepo se va de a de veras, qué difícil trata de olvidarlo y que sienta que ya ni en su casa lo quieren! ¡Nada me han enseñado las derrotas, siempre caigo en los mismos errores, otra vez a brindar con extraños y a llorar por las mismas maletas! ¡”, cantaba tristemente un compadre en una de las mesas más alejadas, brindando con su botella de tequila en mano.
De pronto, el Chido One a la cantina llegó, y con más dolor que el mismísimo José Alfredo, una canción en honor al Tri se entonó. “¡Ando volando bajo, mi Tri está por los suelos y los de la Concacaf tan altos tan altos, mirando mis desconsuelos, sabiendo que soy un hombre que está muy lejos del cielo! ¡Ando volando bajo nomás, porque a México ya nadie lo quiere y estoy clavado con el Chepo teniendo tantos gallones! ¡Me gusta seguir sus pasos teniendo tantos técnicos! ¡Tú y las nubes me tienen loco, tú y los de Concacaf me van a matar, yo pa’ arriba volteo muy poco tú pa’ bajo no sabes mirar!”, cantaba como lobo adolorido el chilango americanista.
Chanflazo, calcetinazo y desempance
El chanflazo es para algunos extranjeros que le han tomado tanto cariño a México que deciden adoptar la doble nacionalidad para defender a la tierra que les abrió las puertas para triunfar en un deporte. Tal es el caso del delantero argentino de Pumas Martín Bravo, quien anunció esta semana que buscará nacionalizarse mexicano para aspirar a ser considerado por la dirección técnica del Tri. Muchos dirán que son puro huele moles, pero cuando llevan varios años en este país y hasta hijos mexicanos tienen, se merecen por lo menos el beneficio de la duda. Ojalá que logre la doble nacionalidad, aunque el Chepo no lo invite ni a bailar.
El calcetinazo es para aquellas ratas… perdón, pamboleros que nomás ven que la nave del Tri se hunde y son los primeros en abandonar el barco. Hay tienen que el delantero “sensación” (lo era sólo para su ex técnico Tomás Boy) del torneo pasado, Omar Bravo, decidió hacerle el fuchi a la Selección Mexicana que disputará la Copa Oro 2013, disque por problemas personales. Es verdad que el Tri está arrastrando la cobija y muchos no quieren pasar “frío”, pero este compadre debería estar agradecido de ser considerado para defender la verde. ¿O qué, ya se le olvidaría que quitando el torneo pasado, se la pasó vendiendo papayas?
Y como no todas son malas noticias en el fucho mexicano, hay tienen que otro cascarero azteca podría vestir la playera del Porto (además de Diego Reyes y Héctor Herrera), se trata del volante de Monterrey Jesús Corona, quien en poco tiempo ha mostrado un gran talento en la liga local, el mismo que lo ha puesto en la órbita de los “Dragones” lusitanos. La prensa de aquel país asegura que la directiva del Porto ya hizo un ofrecimiento formal a los Rayados y que esperan la respuesta para poder acomodarlo en el club para la siguiente temporada. El famoso “Tecatito” participará con la Sub 20 en el Mundial de la especialidad en Turquía.
@Byline:¡Nos chutamos la próxima!