Sacaremos al Chepo de la barranca

Efraín Palomino Morales

Corresponsal de La Raza del Noroeste

Aun después de la dolorosa eliminación del Tri en la Copa Oro en manos de Panamá y de las malas vibras que se sienten en la Femexfut por la continuidad del “Chepo” de la Torre al mando de la Selección Mexicana de pambol, el ambiente en la cantina La Cáscara del Seattle se mantenía como en despedida… pero de soltero.

“¡No sabía de tristeza ni de lagrimas ni nada que me hicieran llorar! ¡Yo sabía de goleadas de victorias porque a mí desde pequeño ese me enseñó el Tri!

¡Eso me enseñó el Tri, eso y muchas cosas más! ¡Yo jamás en la Concacaf sufrí, yo en sus torneos jamás lloré, yo era muy feliz, yo el futbol lo vivía muy bien! ¡Yo vivía algo distinto algo hermoso algo divino lleno de goleadas! Yo sabía de campeonatos la belleza de la victoria pero no de derrotas!

¡Yo jamás sufrí, yo jamás por ver jugar a México lloré, yo era muy feliz, yo con el Tri vivía muy bien! ¡Hasta que al Chepo conocí vi al futbol con dolor, no te miento al principio fui feliz, aunque con muy poco futbol!

¡Y muy tarde comprendí, que no lo debimos en el banquillo dejar, porque ahora pienso más en el Tri, mucho más que ayer! ¡Hasta que al Chepo conocí, comencé a ver a México con dolor, no te miento fui feliz, aunque con muy poco futbol!”, cantaban a coro y a gañote abierto don Pedro y la abuela Chucha, muy arrepegaditos allá, en la mesa del mero rincón.

De pronto el Chido One a la cantina llegó y con más humor que nostalgia (como buen mexicano) por la tragedia ocurrida a los americanistas, una canción al Chepo le dedicó.

“¡En la penca aguamielera Justino Compean dormitaba, y los bueyes se fueron a la barranca, por la tarde el buey más grande les faltaba y su compadre Justino a buscarlo se ofreció! ¡Sacaremos al Chepo de la barranca, sacaremos al Chepo de la barranca, sacaremos al Chepo de la barranca, de la barranca sacaremos al Chepo”, cantaba el chilango americanista, a lo cual todos en la cantina en coro lo siguieron y tres cuadras a la redonda se escuchaban cantar “¡Sacaremos al Chepo de la barranca, sacaremos al Chepo de la barranca, sacaremos al Chepo de la barranca, de la barranca sacaremos al Chepo!”.

Chanflazo, calcetinazo y desempance

El chanflazo es para el “Maestro” Benjamín Galindo y es que es de los pocos que levantan la voz para decir que prefiere a jugadores nacidos en México en el Tri que naturalizados. Como lo he venido comentando, los naturalizados están en todo su derecho de portar la playera de la Selección, sin embargo y como diría mi comadre Juanga, “pero qué necesidad”. Lo que hace falta es dar continuidad al buen trabajo que se ha hecho en fuerzas básicos, basta con ver los campeonatos juveniles obtenidos y la medalla de oro en Juegos Olímpicos. Por eso yo estoy con el Benja, aunque su voz en corral de las Chivas no se oiga ni de casualidad.

El calcetinazo es para el cuerpo técnico del Manchester United y es que con la salida de “Jaimito el Cartero” (Alex Ferguson) se esperaba que el “Chicharito” Hernández tendría de dos sopas: o le daban más minutos de juego o lo dejaban salir a otro club y, como el Chavo del 8, al parecer se quedará como el perro de las dos tortas. Hay tienen que el Valencia del futbol español ha hecho una oferta formal por el delantero mexicano, sin embargo, la directiva de los Diablos Rojos la ha rechazado y Dios sabrá porqué, ya que se dice que era muy atractiva. ¡Chicharito, ponte en huelga de hambre, igual y así te pelan al menos para el caldo!

El desempance es para lo volubles que pueden ser los cascareros cuando se les antoja y es que el otrora “apestado” del Tri, Carlitros Vela (así le dicen por su pasado etílico), vuelve a ser objeto de deseo de la Selección y éste, ni tardo ni perezoso, pues se deja querer. Hay tienen que el delantero de la Real Sociedad ha dicho que ahora sí le interesa jugar con los ratones verdes que andan arrastrando la cobija peor que Chente en mero palenque. Vela debería centrarse en lo que dice, no vaya a ser que al rato también se le antoje ser diputado y con eso de que le re encanta la fiesta, pues se gaste nuestros impuestos en la mesa que más aplauda.

¡Nos chutamos la próxima semana!