La arenga de David Ortiz despierta a Boston

Por ERIC NÚÑEZ, Associated Press

SAN LUIS, Misurí, EE.UU. (AP) — David Ortiz intuía que la Serie Mundial empezaba a escapársela de las manos a los Medias Rojas de Boston.

A un par de semanas de cumplir 38 años, sabiendo que esta puede ser la última oportunidad de obtener un tercer anillo de campeón, “Big Papi” exhortó a sus compañeros a que no bajasen los brazos.

“Yo soy el veterano, la estrella, el más viejo, así que tenía decirles algo”, afirmó Ortiz tras la victoria el domingo 4-2 ante los Cardenales de San Luis. “Soy una persona que sabe que tiene los días contados en la pelota”.

La arenga del dominicano Ortiz fue antes del sexto inning.

“Fuimos como 24 niños de jardín de infancia escuchando al maestro”, relató Gomes, quien respondió con un jonrón de tres carreras en ese episodio. “Todo el mundo prestó atención, viéndole a los ojos. Fue un mensaje impactante”.

“Muy significativo”, dijo el mánager de los Medias Rojas John Farrell. “Lo hizo en un momento bastante oportuno”.

Con su bate y sus exhortaciones, Ortiz reanimó a Boston para empatar 2-2 el Clásico de Otoño.

“Veía que todo el mundo estaba cuesta abajo, frustrado porque nada salía a la ofensiva”, dijo Ortiz.

¿Y qué les dijo?

“‘No hagan más de la cuenta, que salieran y usaran lo que uno tiene’, contó el bateador designado que en los juegos en San Luis ha tenido que desempeñarse como primera base. “‘Si eres un David Ross (receptor del equipo), no puedes ponerte a hacer cosas a lo David Ortiz”’.

Fue otra magnífica noche de octubre para Ortiz, bateando de 3-3, con dos sencillos y un doble.

Ortiz también anotó la primera anotación, corriendo a todo vapor tras un elevado de sacrificio de Stephen Drew al jardín izquierdo.

“Me duele todo, pero mañana voy a estar como nuevo. No hay otra Serie Mundial después de esta”, afirmó.

Sacando cuentas, Ortiz se ha cargado a los Medias Rojas a sus espaldas. Ha bateado ocho de los 24 hits en la serie, logrando embasarse en 12 de sus 16 apariciones al plato. Registra ocho hits en 11 turnos en este clásico, y está de 17 en 39 en tres ediciones para un promedio global de .436. Se trata del segundo porcentaje más alto entre jugadores con al menos 40 apariciones, sólo detrás del .439 de Bobby Brown.

“Ahora mismo es un out muy duro de sacar”, comentó el mánager de los Cardenales Mike Matheny.

Ortiz es el último sobreviviente del equipo que conquistó la Serie Mundial hace nueve años, barriendo a San Luis. También formó parte del conjunto que salió campeón en la barrida ante Colorado en 2007.

Hay otra cosa que tiene Ortiz: sabe tomarse las cosas con buen humor, incluso sus propias limitaciones.

Un ejemplo se apreció en el séptimo, cuando Daniel Descalso elevó al cuadro interior por el costado derecho. Tanto Ortiz como el intermedista Dustin Pedroia levantaron los guantes. Pero esa era pelota de Pedroia y Ortiz de inmediato se apartó.

Con Ortiz en defensa, Pedroia ahora exige al máximo su alcance para cubrir el espacio entre la inicial y la intermedia.

“Me comunicó bien con él, es el capitán del cuadro y ahí él manda”, dijo Ortiz. “Todo el mundo sabe que Pedroia se lleva todo lo que pasa por ahí”.