Roberto Ramírez
Agencia Reforma
Para saber hacia dónde va la industria automotriz en lo que a tecnología se refiere, quizás una buena pista sea ver la nueva generación de deportivos extremos de algunas de las marcas más importantes del mundo automotriz. Ferrari, Porsche y McLaren lanzaron este año sus nuevos autos insignia, sus máximos exponentes en términos de desempeño y tecnología; son 3 superdeportivos modernos y los 3 tienen algo en común; los 3 son híbridos. Un italiano: Ferrari LaFerrari; un alemán: Porsche 918 Spyder; y un inglés: McLaren P1.
Los antecesores de los 3 modelos portaban monstruosos motores atmosféricos de gran cilindrada y potencia: el Ferrari Enzo era V12, el Porsche Carrera GT V10 y el McLaren F1 también V12, y si en su momento fueron la panacea, hoy ante los ojos de un ambientalismo que raya en la hipocresía hasta podrían pasar por obsoletos. Pero como lo de hoy en la industria automotriz es salvar al mundo, estos fabricantes se propusieron hacerlo, a más de 300 kilómetros por hora.
McLaren P1
En su presentación como concepto en París el año pasado, Ron Dennis, CEO de McLaren, dijo que el P1 no necesariamente sería el auto más veloz del mundo en términos absolutos, pero sí el que ofrezca “la mejor experiencia de manejo, tanto en calle y carretera como en pista”.
Para lograr su ambicioso objetivo, el P1 dispone de ni más ni menos que de 916 caballos de potencia, y 722 lbs-pie de fuerza de torsión gracias a la combinación de dos plantas de poder, un motor de combustión interna a gasolina V8 de 3.8 litros y un motor eléctrico.
Del motor de gasolina ubicado en posición central trasera se obtienen 737 caballos de potencia a 7 mil 500 revoluciones por minuto y 531 lbs-pie de par motor desde 4 mil giros. Dichas cifras son posibles al ser sobrealimentado por 2 turbocompresores; el motor eléctrico, cuya batería se ubica entre los asientos, aporta 179 caballos más y 191 lbs-pie de torque instantáneo.
La caja es una automanual de doble embrague de 7 velocidades con modo de cambios al volante, como en la Fórmula Uno. La tracción es trasera.
También derivados de la experiencia de McLaren en la Fórmula Uno están los sistemas IPAS (Instant Power Assist), y DRS (Drag Reduction System), con los que obtiene más potencia inmediata para rebasar y mayor velocidad en recta al reducir la resistencia al aire. Tanto el chasis como la carrocería del P1 están hechos de fibra de carbono, y no podía ser de otra manera, toda vez que McLaren es pionero en el uso de este material con su ya legendario F1.
Pero este superdeportivo será también un auto ecológico, ya que por momentos podrá funcionar completamente en modo eléctrico con 0 emisiones y en condiciones de carga completa de la batería, misma que se recarga en los momentos de desaceleración.
Ferrari LaFerrari
El sucesor del Enzo también tiene un motor V12, un 6.2 litros de aspiración natural que a 9 mil 250 revoluciones por minuto entrega 800 caballos de potencia, pero gracias al sistema híbrido que Ferrari llama “HY-KERS” se obtienen otros 163 hp de un motor eléctrico, para un total de 963 caballos. La transmisión es automática de doble embrague con 7 velocidades y la tracción es trasera. La firma italiana se ha beneficiado de su experiencia en la Fórmula Uno nuevamente al crear este deportivo de calle del que sólo se fabricarán 499 unidades. Está fabricado en 4 distintos tipos de fibra de carbono y su apariencia es simplemente espectacular.
No menos impresionantes son sus números: 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 3 segundos, y llegará a 200 antes de que el cronómetro marque 7 segundos. La velocidad punta supera los 350 kilómetros por hora.
Recurre a un sistema de aerodinámica activa que trabaja para generar fuerza de sustentación negativa, o “downforce” en curvas, y para reducir la resistencia al aire en línea recta, y por ende ganar velocidad.
Porsche 918 Spyder
Presentado hace un par de meses en el pasado Autoshow de Frankfurt, el 918 Spyder es un deportivo extremo que recurre a un sistema de propulsión híbrido que consiste primero en un motor de gasolina V8 atmosférico de 4.6 litros que entrega 608 caballos de potencia a un régimen de giro de 9 mil 150 revoluciones por minuto.
Con ese motor prácticamente iguala los 610 hp que entregaba el V10 del Carrera GT de hace 10 años, pero no se queda ahí y gracias a 2 motores eléctricos adicionales obtiene hasta 886 equinos. Uno de los motores eléctricos va en la parte central trasera de su chasis monocasco del compuesto CFRP, o plástico reforzado con fibra de carbono, como el V8, y aporta 156 caballos de potencia, mientras que la otra planta de poder eléctrica va en el eje delantero, a donde dirige sus 129 caballos adicionales, de manera que tiene tracción en las 4 ruedas.
Una batería de iones de litio almacena la energía eléctrica, que se consigue ya sea por recarga al ser además híbrido “plug-in”, o bien mediante el sistema recuperador de la energía liberada en las frenadas. La transmisión es una manual automatizada de doble embrague (PDK).
Toda esta tecnología se traduce en que el 918 Spyder puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 2.8 segundos con toda la potencia de los 3 motores disponible, y también puede superar holgadamente los 300 kilómetros por hora. Tan veloz es el 918 Spyder que casi paralelamente a su debut mundial en Frankfurt, rompió el récord de vuelta en el Nürburgring con sus especificaciones finales y los neumáticos que lleva de serie. El tiempo fue de 6 minutos y 57 segundos.
Ese es su lado salvaje, pero su lado ecológico le permite circular en modo completamente eléctrico con 0 emisiones de CO2 hasta por 30 kilómetros a una velocidad de hasta 150 K/PH.