ELLIOT SPAGAT
ESCONDIDO, California, EE.UU. (AP) — Añejos edificios residenciales y casas pequeñas flanquean las calles en el centro de Escondido, donde vive la mayoría de la población hispana de la ciudad. Desde hace tiempo la población blanca se ha mudado a las afueras, donde abundan las casas grandes y las calles bien pavimentadas.
El barrio hispano debería ser considerado el centro del poder político de los hispanos, pero a pesar de que comprenden casi la mitad de los 148.000 habitantes, no han logrado tal influencia.
A medida que los latinos superan a los blancos como el mayor grupo étnico o racial de California, más latinos están siendo elegidos en cargos públicos como por ejemplo los alcaldes de Los Angeles y Sacramento, o congresistas, vicegobernadores y el presidente de la legislatura estatal.
Pero Escondido es una excepción: es una de unas cuantas poblaciones de mayoría hispana que sin embargo no ha elegido a un hispano a un cargo de liderazgo.
Escondido, un suburbio a las afueras de San Diego con 125 años de historia, no eligió a un representante hispano al concejo municipal sino hasta el 2008, sin contar a Elmer Calderón en los años noventa, que restaba importancia a su ascendencia mexicana. La concejal Olga Díaz, hija de inmigrantes mexicanos que aprendió inglés como segundo idioma, es candidata a alcalde para el año entrante.
Escondido modificó sus normas electorales y ahora permitirá las elecciones por distrito, tras ser objeto de una demanda, en base a la Ley Electoral de California, por no darle una oportunidad justa a la elección de hispanos. Otras ciudades –como Modesto, Anaheim, Compton, Palmdale, Whittier– han enfrentado dificultades similares. El barrio latino de Escondido es el Distrito Uno, cuya población de posibles votantes es ligeramente más de 50% latina y es considerada inclinada a votar por uno de los suyos.
Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO por sus siglas en inglés), enumeró las ciudades en California que han elegido a funcionarios latinos a cargos públicos y destacó que 27 de los 120 escaños en la legislatura estatal son ocupados por hispanos, comparado con siete en 1984.
Sin embargo, hay una desproporción de latinos que carecen de permiso para votar, ya sea porque aún no han llegado a la edad mínima o porque no son ciudadanos estadounidenses, comentó Vargas. Las ciudades de gran población latina suelen tener otros grupos étnicos que se sienten incómodos con las transformaciones demográficas, expresó.
Los hispanos comprenden el 33% de de la población adulta pero sólo el 17% de los probables votantes, según el Instituto de Política Pública de California. Tienden a ser jóvenes, menos educados, de menos recursos económicos.