Por JIM HEINTZ y ANGELA CHARLTON, Associated Press
KIEV, Ucrania (AP) — En momentos que un aliado reclamó el domingo los poderes presidenciales y ante las dudas sobre el paradero y la legitimidad del presidente Viktor Yanukovych, la recientemente liberada Yulia Tymoshenko pudiera creer que su oportunidad para tomar las riendas de Ucrania ha llegado. Pero incluso entre los manifestantes que detestan a Yanukovych, Tymoshenko genera desconfianza.
La ex primera ministra, que fue condenada por abuso de poder en un caso considerado por muchos una revancha política de su archienemigo Yanukovych, es una figura polarizada en un país que se tambalea ante las tensiones políticas que degeneraron en violencia. Admirada e incluso idolatrada por muchos por su estilo y fuerte retórica, Tymoshenko es considerada por otros una persona motivada por su enorme ego y manchada por la corrupción.
Apenas un día después de haber abandonado el hospital donde estaba detenida, los manifestantes congregados frente al edificio del gabinete expresaron consternación de que pueda ser la próxima presidenta de Ucrania. Uno sostenía un cartel en el que aparecía Tymoshenko arrebatándole el poder a Yanukovych y que decía: “La gente no murió por esto”.
Ucrania está en un delicado estado de incertidumbre desde que Yanukovych y los líderes de las protestas firmaron un acuerdo para poner fin al conflicto que dejó más de 80 muertos la semana pasada en Kiev. Poco después de firmarlo, Yanukovych abandonó la capital rumbo a su base de apoyo en el este del país mientras sus aliados lo abandonan.
No está claro cómo reaccionará Rusia a la situación, pero Washington advirtió a Moscú que no intervenga militarmente.
El ahora envalentonado Parlamento, dominado por la oposición, tuvo problemas el domingo para determinar quién está a cargo del país y su debilitada economía. Se propagó el temor de que algunas regiones pudieran tratar de separarse y buscar el apoyo de la vecina Rusia, sobre todo la República Autónoma de Crimea, donde la flota naval rusa tiene su base en el Mar Negro.
Ucrania está profundamente dividida entre las regiones del este, predominantemente favorable a Rusia, y las del oeste, que detestan a Yanukovych y anhelan vínculos más estrechos con la Unión Europea.
Yanukovych detonó una oleada de protestas al engavetar un acuerdo con la Unión Europea en noviembre y la inconformidad se expandió rápidamente a otras cuestiones, como la corrupción, las violaciones a los derechos humanos y exigencias de que Yanukovych renunciara.
El domingo, el Parlamento asignó poderes presidenciales a su nuevo presidente y el aliado de Tymoshenko, Oleksandr Turchinov, quien dijo que entre las prioridades está el rescate de la economía y el “regreso al camino de la integración europea”, según agencias de noticias. La frase seguramente desagrada a Moscú, que desea que Ucrania forme parte de una unión aduanera que rivalizaría con la UE e impulsaría la influencia rusa. Rusia otorgó en diciembre a Ucrania un préstamo de rescate de 15.000 millones de dólares después que Yanukovych dio marcha atrás a un acuerdo con la Unión Europea.
El campamento de protesta de Kiev, en el centro del movimiento contra Yanukovych, se llenó el domingo de manifestantes que levantaron nuevas tiendas de campaña. Los manifestantes posaron con un transporte blindado de tropas y dos cañones de agua que tomaron durante los enfrentamientos de la semana pasada y cargaban flores para rendir homenaje a quienes han muerto en los choques, algunos de ellos abatidos por francotiradores.
Tymoshenko, la polémica heroína de cabello rubio trenzado de la Revolución Naranja ucraniana de 2004, parece llevar la delantera en la contienda política al recibir el domingo el respaldo de un líder legislador ruso y las felicitaciones de la canciller alemana Angela Merkel y senadores estadounidense por su liberación.
El legislador ruso Leonid Slutsky dijo el domingo que nombrar a Tymoshenko primera ministra “sería útil para estabilizar” las tensiones en Ucrania, según agencias rusas de noticias.
El ministro de Finanzas de Rusia exhortó el domingo a Ucrania a buscar un préstamo del Fondo Monetario Internacional para evitar un inminente incumplimiento de pagos.
Por otra parte, las tensiones han aumentado en Crimea, donde políticos partidarios de Moscú están organizando marchas y formando unidades de protesta, además de exigir autonomía a Kiev. Rusia mantiene una enorme base naval en Crimea que ha complicado las relaciones entre ambos países durante dos décadas.