ELLIOT SPAGAT y MARK STEVENSON, Associated Press
Por ALICIA A. CALDWELL, Associated Press
MEXICO (AP) — El barón de las drogas más poderoso del mundo y líder del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, fue capturado el sábado tras una operación de varios días realizada en el noroeste del país contra un capo legendario que convirtió a su grupo en el principal proveedor de cocaína a Estados Unidos.
Vestido con camisa blanca de manga larga y pantalones negros, el Chapo Guzmán fue mostrado brevemente a la prensa mientras era escoltado hacía un helicóptero de la Policía Federal con las manos a la espalda, que lo llevaría a una prisión de máxima seguridad. Dos infantes de Marina lo custodiaban y lo llevaban tomado por el cuello y los brazos, lo que le dificultaba levantar la cabeza.
“El Chapo” lucía bigote y un corte de pelo bien cuidados. La breve escena, que duró algunos segundos, ocurrió en el hangar de la Marina en el aeropuerto de la Ciudad de México. Los infantes de Marina lo llevaban hacia un helicóptero de la policía federal.
Momentos antes, el procurador general de la República, Jesús Murillo, informó que “El Chapo” Guzmán fue capturado el sábado en el balneario turístico de Mazatlán junto con un colaborador a quien no identificó. Dijo que la operación de captura se preparó durante meses y que su arresto se logró sin hacer un solo disparo.
Murillo dijo que Guzmán, de 56 años, iba a ser trasladado de inmediato a un penal.
Un funcionario federal informó posteriormente que el capo fue llevado a la prisión de máxima seguridad conocida como El Altiplano, en el Estado de México, vecino de la capital del país.
El procurador dijo que a partir del 13 de febrero se realizaron algunas acciones en Sinaloa, estado donde se localiza Mazatlán, que resultaron claves para dar con el paradero del capo.
Dijo que entre el 13 y el 17 de febrero se localizaron varias viviendas en los que “El Chapo” solía estar. Dijo que al menos siete de esas casas estaban conectados a través de túneles y que incluso el capo utilizaba el sistema municipal de drenaje para moverse. Las puertas, añadió, estaban reforzadas con acero lo que retrasaba la entrada de las autoridades y presumiblemente permitió al capo huir varias veces.
En las horas de la mañana del sábado, The Associated Press reportó la captura de “El Chapo” en un condominio en Mazatlán, al noroeste de México. Horas después, y poco antes que lo mostraran a la prensa, el presidente Enrique Peña Nieto confirmó la captura con un mensaje en su cuenta de Twitter.
Un alto funcionario estadounidense dijo que “El Chapo” Guzmán fue capturado con vida por marinos mexicanos en un condominio de la costa del Pacífico tras una cacería humana que ya lleva más de una década y que de momento pone fin a la sangrienta carrera delictiva de un capo que aterrorizó a amplias zonas del país.
El funcionario habló a condición de no ser identificado por no estar autorizado a hablar sobre la detención.
Guzmán, de 56 años, fue encontrado con una mujer que no fue identificada. La DEA y el Servicio Federal de Alguaciles de Estados Unidos “participaron activamente” en la captura, dijo el funcionario estadounidense a la AP.
Legendario fugitivo, Guzmán cayó no sin antes ser perseguido durante varias semanas. Su arresto fue precedido por la detención de varios miembros del cartel de Sinaloa en los últimos meses, diez de ellos de nivel operativo medio en días recientes.
Esas capturas llevaron a la ubicación y arresto de “El Chapo”, dijo a la AP Michael S. Vigil, ex funcionario de la DEA que fue informado sobre la operación.
La Armada mexicana realizó una incursión a principios de esta semana en casa de la ex esposa de Guzmán, Griselda López, donde encontraron varias armas y un túnel en una de las habitaciones, que llevaba al sistema de drenaje de la ciudad, lo que hizo pensar a las autoridades que logró escapar por ahí, dijo Vigil.
Agregó que mientras más narcos y cómplices del “Chapo” eran arrestados, más viviendas eran allanadas en Sinaloa. También dijo que las autoridades recibieron información de que Guzmán dejó Culiacán, la capital estatal, y se fue a Mazatlán, donde finalmente fue arrestado.
“Se cansó de vivir en las montañas y no poder disfrutar las comodidades de su riqueza”, dijo Vigil. “Se volvió autocomplaciente y empezó a ir de la ciudad de Culiacán a Mazatlán. Ese fue un error fatal”.
El hijo de otro de los líderes del cartel de Sinaloa y socio de Guzmán, Ismael “El Mayo Zambada”, fue arrestado en noviembre en Arizona, donde tenía una cita con las autoridades de inmigración de Estados Unidos para arreglar el estatus legal de su esposa.
Al mes siguiente, el principal lugarteniente de Zambada fue abatido cuando helicópteros artillados mexicanos atacaron la mansión donde vivía en el poblado de Puerto Peñasco, en Baja California, en una batalla que duró cuatro horas. Días más tarde, la policía de Holanda arrestó al extravagante jefe de sicarios de Zambada a su llegada a Amsterdam.
La captura de Guzmán pone fin a una prolongada búsqueda desde que escapó de prisión en 2001 en un camión de lavandería, hazaña que alimentó la leyenda tejida alrededor del capo de capos mexicano.
Vigil dijo que México podría decidir extraditar a Guzmán a Estados Unidos para evitar cualquier posible fuga de la prisión, como hizo en 2001.
Como entonces se fugó con ayuda de funcionarios de la cárcel, durante años circularon rumores que había contado con el apoyo y la protección del gobierno del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012), cuya guerra contra el narco abatió a algunos de sus principales rivales.
Calderón felicitó desde su cuenta de Twitter al gobierno de Peña Nieto por la captura.
Guzmán enfrenta múltiples acusaciones federales por narcotráfico en Estados Unidos y está en la lista de los más buscados de la DEA. Su imperio económico se extiende a lo largo de América del Norte y sus operaciones a Europa y Australia.
El cartel de Sinaloa ha estado fuertemente involucrado en la sangrienta guerra contra las drogas que se ha extendido por México desde hace varios años.
Durante la década que estuvo huyendo de las autoridades, Guzmán pasó de ser un narco de medio pelo al narcotraficante más poderoso del mundo. Su fortuna asciende a unos 1.000 millones de dólares, según cálculos de la revista Forbes, que lo incluyó en la lista de las personas más poderosas del mundo y lo sitúa por encima de los presidentes de Francia y Venezuela.
Erubiel Tirado, experto en seguridad de la Universidad Iberoamericana en México, dijo a la AP que si bien se trata de “un triunfo” para el presidente Peña Nieto, la detención del capo “no significa que se desarticule la red de complicidades que hicieron posible su predominio delictivo”.