Manuel Tejeda
Agencia Reforma
MÉXICO, DF .- Lecciones de vida, bellos recuerdos y enseñanzas fue el legado que Sergio Bustamante dejó a sus seres queridos tras su fallecimiento, ocurrido el jueves.
“Lo que más extrañaré será su olor, su mirada, maravillosa. Decirme todos los días que me veía linda… nada más”, señaló María de Lourdes Sosa, esposa del finado.
En el vestíbulo de la funeraria donde ayer velaron sus restos, la viuda comentó que estuvo con su pareja hasta que expiró su último aliento.
“Nos teníamos tomados de la mano, él confiaba mucho en mí y yo también. Fue rapidísimo, unos ocho segundos, máximo, en lo que se sintió mal. Estábamos cerca de Puebla.
“Íbamos a una comida con unas amistades y todo sucedió ya estando en la comida, a la hora de sentarnos. En ese momento tuvo paro respiratorio, se trató de reanimarlo pero, desgraciadamente, ya no había nada que hacer”, dijo.
El histrión tuvo tres hijos: Juan Pablo, ya fallecido, Vanessa y Brisa, quien radica en Mérida. También le sobreviven cuatro nietos y una bisnieta.
La pérdida de su padre tocó profundamente a Vanessa; sin embargo, le dejó una importante lección de vida.
“Entre él y yo había una unión muy especial. No nos veíamos mucho pero sí nos hablábamos y, bueno, puedo decir que se fue mi vida.
“Lo mejor que me pudo haber heredado es la libertad de tomar mis propias decisiones, siempre estando en las buenas y en las malas”, expresó.
Querido en el medio artístico, algunas celebridades acudieron a las exequias para demostrar su respeto al actor, como Eduardo Liñán y Raúl Quintanilla.
“Sergio Bustamante fue un actor que siempre pisó la vanguardia. Siento que estaba adelantado a muchas cosas en este País y fue un hombre fuera de serie, con gran cantidad de talentos”, declaró.
Bustamante dejó pendiente una obra de teatro, escrita por él, Radioscope, y una película que está en postproducción, Delirium.