Por THOMAS ADAMSON, Associated Press

PARIS (AP) — La actriz mexicana Salma Hayek — nominada al Oscar y esposa del empresario de la moda François-Henri Pinault — fue la figura principal de la primera fila en el desfile de Saint Laurent en París.

Junto a Hayek estuvo el domingo el actor Will Peltz y no muy lejos la editora de la revista Vogue Anna Wintour, quien acababa de llegar a la capital francesa.

La colección Saint Laurent — la última en presentarse entre diversos desfiles de ropa para caballero otoño invierno— creó una pregunta sería: ¿Se ha reivindicado el controversial diseñador Hedi Slimane al que la gente odia amar y ama odiar?

Slimane ha sido criticado, destrozado y acribillado cientos de veces.

El diseñador franco-tunecino creó controversia desde 2012 entre acusaciones de que acabó con la historia de YSL en su colección debut al retirar el “Yves” del nombre de la famosa casa parisina.

A pesar de eso, el estilo por el que los críticos de la moda lo criticaron— glam rock, punk y súper delgado— se ha impuesto en la pasarela y en las calles. Al tiempor que parece que Saint Laurent pasa por un momento financiero pujante.

Para estas presentaciones de otoño invierno era bastante común escuchar la frase: “eso es bastante Hedi Slimane”.

Citando a Liberace, el alguna vez vilipendiado diseñador de 46 años va riéndose de los demás de camino al banco.

Si el mantra “lo delgado está de moda” se aplicara a los desfiles anteriores Saint Laurent, de esta colección se podría decir “más delgado es aún mejor”.

Los pantalones retro “extrasuperskinny” destacaron en la colección presentada por mujeres y hombres con aspecto hambriento.

Slimane continuó con su cavilación sobre los años 1970 con solapas en pico, botines negros en punta, abrigos afelpados de glam rock y suéteres de estampado de leopardo del punk con jeans negros entallados que fácilmente pudo haber usado John Lydon de los Sex Pistols.

Nada de esta colección pareció particularmente diferente de las temporadas anteriores, fuera de algunas boinas ocasionales. Pero Slimane claramente tiene una mentalidad de no cambiar las cosas que funcionan y ¿quién puede culparlo?